lunes, 12 de agosto de 2024

En lucha contra el algoritmo (de Facebook)

Me quejo del algoritmo de Facebook, esa fórmula secreta que dirige nuestras visitas, nos inunda con anuncios que cree relacionados con los datos que ha obtenido de nosotros y selecciona qué vemos y qué no. Por quejarnos que no quede, y por boicotear esos anuncios tampoco. No sé si conseguiremos cambiar algo, pero al menos descargaremos adrenalina.



EL ALGORITMO RIGE MI CAMINO

Cuando entro en “féisbuc” lo único que veo
es lo que el “gran hermano”, sin piedad,
decide lo que ha de ser realidad
y un carajo le importan mis deseos.

El algoritmo manda en los “posteos”,
y aunque miles te ofrezcan su amistad
quien “corta el bacalao”, de verdad,
es esa fórmula, sin más rodeos.

Negocian con tus datos y te copan
de anuncios que te importan un comino
y solo dejan ver en tu camino

lo que ellos consideran que es negocio.
Me niego, y con mi negación se topan
ya que de sus ofertas me disocio.

Ricardo Fernández Esteban ©


Debo indicar que en este soneto hay dos anglicismos. "Facebook" prefiero escribirlo como se pronuncia, "féisbuc", ya que no hay forma de españolizarlo. "Postear" viene de "post" (entrada escrita en una red social) y deberíamos decir "publicación" y "publicar". En este caso mantengo los anglicismos, por seguir el guion de las RRSS y por el aire satírico, pero si no hacemos un esfuerzo acabaremos por hablar "espanglish".

Entrando en lo importante, ya que somos usuarios y sufridores de esas redes (en este caso de Facebook) algo tendremos que hacer para ser más que peleles que ven lo que ese "gran hermano algoritmo" determina que nos conviene (o mejor le conviene a él). Ya que somos clientes (y dicen que el cliente manda), exijamos más transparencia en cómo comunicarnos y con quién y en seleccionar lo que queremos que nos anuncien. Yo sufrí un injusto bloqueo hace tres años y me costó cuatro meses y un buen contacto que lo reconociesen y me pidiesen disculpas (quizá sin esa influencia aún estaría bloqueado o se habrían perdido mis entradas antiguas). Eso no debe ser y deben existir canales de información, comunicación y resolución de incidencias. Si no, deberíamos pensar qué estamos haciendo ahí y si vale la pena continuar en esas redes sociales.

Volviendo al formato que he utilizado para quejarme, un soneto de versos endecasílabos, defiendo que la poesía puede ser un medio para la denuncia o la reflexión sobre temas éticos o políticos, utilizando si es preciso la sátira o el humor, ¡hay poesía más allá de los temas líricos! Respecto al soneto quien quiera profundizar en su estructura y ritmos puede consultar un manual de métrica; yo como autor os recomiendo el mío "Métrica poética del idioma español"

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