Este poema, "Bahía de Skala", pertenece a mi libro "Por las islas griegas", una guía poética que transita por unas 75 islas griegas que he recorrido en los últimos 25 años, actualizada con viajes hasta junio de 2025. El libro se completa con mis notas personales sobre islas, restaurantes, hoteles, pueblos, playas, tiendas, etc. Así cumple esas dos funciones: la de expresión poética de lo visto y sentido, y la de guía de mis preferencias. Espero que os sirva para vuestros viajes reales o virtuales.
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Entrada de la bahía desde "Las 9 Musas" |
Olas en suaves ondas que cruzan la bahía
cuando cae la tarde, cuando calma el “meltemi”
en la hora en que los últimos destellos
aún iluminan las colinas,
los veleros acaban singladuras,
y se funden azules de mares y de cielos.
Patmos descansa contemplando otras islas.
De repente, se agitan los cipreses,
vuelve el "meltemi" a blanquear el mar,
se refresca el ambiente del crepúsculo
y la primera estrella abre la noche.
Patmos se intranquiliza, se revuelve en su lecho.
Ya está completamente anochecido
lo que antes era azul con motas blancas,
ya no se ve el perfil de la bahía
solo la débil luz de algún navío
interrumpe la negra oscuridad,
pero pronto, detrás de la colina
aparece la luna, luna llena,
que otra vez ilumina mar e isla.
Patmos se duerme acompañado.
Esperando la hora de la cena,
en la terraza de una de las musas
—y para concretar, la de Talía—,
escucho a Ana Belén que canta “Lía”
y no busco rimar, era la mía.
Ricardo Fernández Esteban ©
“Las nueve musas”, estudio de Talía.
Sápsila. Patmos. Islas del Dodecaneso (Grecia)
Este poema lo escribí un atardecer contemplando la entrada de la bahía de Skala que da acceso al puerto de la isla de Patmos en el Dodecaneso griego, desde mi apartamento "Talía" del hotel "9 Musas". Mientras escribía el borrador en un cuaderno, oía la canción "Lía" interpretada por Ana Belén. De ahí los últimos versos que rimaron sin querer.
Los mares griegos están a menudo batidos por un fuerte viento del norte que los blanquea, el "meltemi", que suele apaciguarse al atardecer, pero ese día rebrotó con fuerza durante unos minutos. Para poneros en situación os enlazo la canción "Lía" cantada por Ana Belén
Patmos es conocida por su monasterio medieval que corona su "Jora" (antigua capital de la isla sobre una colina) y porque se dice que allí (en una cueva) escribió San Juan el "Apocalipsis". Esta Jora tiene bastantes casas nobles y unas 40 iglesias por su pasado religioso y comercial, y es una delicia perderse por sus callejuelas. El inconveniente es que esa fama suele atraer a bastantes turistas en cruceros, la ventaja es que suelen estar solo unas horas y lo que se trata es de no coincidir con ellos en las visitas a la Jora y al monasterio. Por otra parte, si se sabe buscar, quedan en la isla buenas playas y lugares que os recomiendo en mi libro.
Los mares griegos están a menudo batidos por un fuerte viento del norte que los blanquea, el "meltemi", que suele apaciguarse al atardecer, pero ese día rebrotó con fuerza durante unos minutos. Para poneros en situación os enlazo la canción "Lía" cantada por Ana Belén
Ya que os he hablado de la "Jora" y su monasterio, os copio otro poema que escribí en mi última visita hace un año. Llegué navegando en velero, pero me equivoqué en mi hora de visita, ya que coincidí con los autocares de un crucero. ¡Tanto predicar y no me escucho!
JORA DE PATMOS
Laberínticas calles
que cercan las murallas monacales.
En otros tiempos,
mercaderes en busca de refugio.
En nuestros tiempos,
turistas de crucero en autobús,
que solo ven
lo que quieren los guías del rebaño.
Mientras, la “jora señorial” dormita
recordando sus tiempos de esplendor.
Ricardo Fernández Esteban © (Jora de Patmos, VI-2024)
Patmos puede ser una buena isla griega para visitar, sin los agobios de las más turísticas como Mýkonos, Santorini o Rodas, para tomar contacto antes de acceder a otras islas menos visitadas y que conservan mejor las esencias antiguas. De todo ello hay mucho en mi libro "Por las islas griegas", que como os he dicho recorre unas 75 islas y sus mares.
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