sábado, 22 de septiembre de 2012

Epidemia poética

Tranquilos no hay peligro, este virus sólo infecta al alma, o sea que los no poéticamente creyentes estáis a salvo, vosotros os lo perdéisEl resto, debéis exponeros rápidamente al contagio, no sea que inventen el antídoto y la cursilería y el oropel barato vuelvan a reinar en los cenáculos poéticos.


¡PELIGRO! LA POESÍA PURA RESURGE DEL OLVIDO

Vino primero pura,
vestida de inocencia; (... /...) 
Y se quitó la túnica,

y apareció desnuda toda…

¡Oh pasión de mi vida, poesía

desnuda, mía para siempre!
Juan Ramón Jiménez

La versopolicía  ha sido acuartelada.
¡Peligro!, una cepa de poesía pura
resurgió del olvido y contagia al leerla.
Han puesto en cuarentena todos sus poemarios
y preparan hogueras, por si acaso prosigue
la infección y resisten los versos el exilio.
 
No saben que aunque quemen los libros de poemas
o tachen las palabras que les suenen sencillas
no podrán extinguir esa antigua epidemia.
Resulta que, por fin, después de su destierro
de años en catacumbas, de lecturas ocultas,
resurge con más fuerza y no conoce antídoto.

Ojalá que muy pronto nos infecte ese virus
que se ceba en lo cursi y pudre el oropel.
Bendita enfermedad la de esa poesía
combatida por falsos poetas que prefieren
el boato y halago a la palabra mágica,
la que llega desnuda como toda pasión.


Ricardo Fernández Esteban ©



En este enlace podréis encontrar otros metapoemas que tratan de la poesía, la literatura o su crítica.

3 comentarios:

Higorca Gómez Carrasco dijo...

Así es, parece un virus que recorre las almas de todos.
Pobres de nosotros que nos parece que todo lo sabemos y no queremos aprender.
Mal virus es aquel que posee la bacteria del "ego" que al final no derrota el mal.
Quiero que me "pique" y tenga el contagio sano del saber hacer, aprendiendo cada día de aquellos maestros que tengo la suerte de poder leer.
Saludos

Chame Pérez dijo...

Esperemos que no apliquen los 451º Faranhay que hace arder al papel que las guarda para futuras generaciones.

Ma Gloria dijo...

Bendita enfermedad. Excelente trabajo estimado autor, felicidades. Un cordial saludo desde México.