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lunes, 10 de octubre de 2022

"Campesino catalán con guitarra". Joan Miró.

Un homenaje a un cuadro de Joan Miró, perteneciente a mi libro de poemas "De museos por Madrid", escrito en dos visitas a la colección Thyssen: Estas visitas me hicieron recordar una temporal en su Fundación en Barcelona, donde vi la génesis del cuadro a través de recortes de periódico y bocetos.


GÉNESIS

Sobre ese fondo azul, la barretina

recuerda los inicios del trabajo.
No queda mucho más del campesino,
la pipa en llamas y su corazón
que abajo e invertido parece un as de picas.

Pero eres —como siempre— honesto cuando creas,
tan sólo simplificas la idea original
quitando lo superfluo y dejando en el cuadro
lo que tú consideras importante.


JOAN MIRÓ. CAMPESINO CATALÁN CON GUITARRA, 1924.

HOY ME DEJO DE HISTORIAS

Hoy me dejo de vanos tecnicismos,

y me abandono en ese mar azul,
¡qué importa la intención o si su origen
fue un collage de recortes de periódico!

Hoy día ya no intento defenderte
ni discutir con esos detractores
que dicen: “¡eso no, eso es de niño,
me va a tomar el pelo con sus manchas!”

Simplemente me pierdo por tus mares
de colores profundos o de islas,
o en esos cielos de constelaciones,
o en esa simple estrella solitaria,
o en esa línea que interrumpe nada,
y soy feliz mirando..., y eso es todo.

"De museos por Madrid". Ricardo Fernández Esteban


Mi libro digital "De Museos por Madrid", que he revisado y ampliado en 2023, contiene poemas inspirados por las obras de arte que he visto en museos de esa ciudad en este siglo y permite contemplar esos cuadros a través de enlaces en cada poema. Lo podéis descargar en amazon.



sábado, 8 de octubre de 2022

Homenajes a Enrique Badosa

El 7 de octubre de 2022 El Laberinto de Ariadna y la ACEC organizaron un homenaje a Enrique Badosa, gran poeta, ensayista, periodista, editor y una magnífica persona que que falleció en mayo de 2001. Participamos un grupo de amigos y admiradores de su obra poética y literaria: Margarida Trias, José Florencio Martínez, Felipe Sérvulo, Carmen Plaza, Jorge León Gustà, Dolors Fernández, Laureano Bonet, José Corredor Matheos y Ricardo Fernández. En la web de Enrique Badosa hay mucha información sobre su obra como poeta, ensayista y traductor, y en este apartado una antología de sus poemas.


En este vídeo tenéis acceso a las distintas intervenciones y a los poemas que recitó Dolors Fernández.


Este es el último poema que publicó Enrique Badosa:

PRÓXIMO YA EL SILENCIO INEVITABLE 

Próximo ya el silencio inevitable
acaricio los libros cotidianos
del deber de vivir. Dejaré abierto
tan sólo el de las páginas solemnes
con el cual otra vez vengo a pedirte
que mi última palabra seas Tú.

Enrique Badosa. Segunda Silva


En junio de 2013, ya le rendimos otro merecidísimo homenaje en la Tertulia de El Laberinto de Ariadna, por sus más de 60 años de poesía. Yo también coordiné el acto, en el que sobrevolamos sus 18 poemarios, recitando poemas Pura Salceda y Domènech Duesa. En otras entradas de este blog ya he hablado de su Obra completa 
y de nuestra común afición por Grecia. Unos amigos le dedicamos en ese homenaje unos poemas que os trascribo:



MAESTRO DE POETAS
...Es tan de soledad el laberinto,
                                    que quisieras hallar al minotauro.

                                    Mapa de Grecia. Enrique Badosa
 
Caballero del verso, buen amigo,
tertuliano de pro, de sobremesas
gozando de cultura en que profesas
la Gaya Ciencia a quien está contigo.
Enrique, te ponemos por testigo
de que este Laberinto, a tus facetas,
con ardor les dedica unas completas
que te hacen vencedor del Minotauro.
Permíte a tus discípulos el lauro
de nombrarte Maestro de Poetas.

Ricardo Fernández Esteban ©


RETRATO DE ENRIQUE BADOSA 


“O vivir un poema o escribirlo.
Ambas formas de acción son vida y obra”

Epigramas confidenciales (Libro I-VIII). Enrique Badosa
Equipado de sueños, soñador,
transido de camino, caminante,
viajero fascinado y fascinante,
de las musas amado y amador.

Por la rima salvado y salvador,
navegado en el ritmo y navegante,
enfermo de belleza, delirante,
de isla en isla voraz descubridor.

Sonrisa perspicaz, porte de rey,
cálida cercanía del hermano,
guardián del arte digno y de su ley,

azote del falsete y verbo vano.
Una mezcla de Fausto y Dorian Grey,
con espada de arcángel en la mano.

Carmen Plaza ©


Aquí tenéis una entrada del blog que he dedicado a Carmen Plaza 


UNAS PALABRAS CORDIALES PARA ENRIQUE BADOSA

        …Dum loquimur, fugerit invida aetas: Carpe diem, quam minimum credula postero.
                                                         (Horacio, Carmina, I, 11, 7-8)

Echo en falta tu verbo y tus palabras,
Enrique, con frecuencia. Te echo en falta.
Porque en tu poesía siempre es vísperas
y en ella está la luz que falta al día.

Caminar entre versos, entre amigos,
barajar la verdad de las palabras,
la magia y maravilla de su lámpara
es tu andadura a la intemperie libre.

Tu consejo es preludio generoso,
batea experta de buscar pepitas
de oro de poesía en el río del tiempo,
consciente de que el oro está en la búsqueda.

Cuánto nos ha enseñado Marco Aurelio:
“Embarcaste, navegaste, arribaste:
desembarca”. Cuánto tus epigramas.
Cuánto Grecia paseando por tus versos.

Cuánto los derroteros de tus mares,
tus ínsulas extrañas, barloventos,
tus canciones, tus silvas, tus baladas…,
que no…, que no daremos a las llamas.

Antes las pasaremos una y otra
vez por el corazón según el étimo
de la palabra recordar y haremos
pan de amistad y rumia de silencio.

Le pondremos tu nombre a alguna ola
y cuando caminemos por la playa
en su manual de espuma aprenderemos
versos, brisas, retornos, singladuras…

Le pondremos tu nombre a una sonrisa,
a una rosa, a un jardín, a un bibelot,
a un pájaro sin dueño, a una lluviosa
tarde de otoño en nuestra biblioteca.

Y cuando el horizonte nos rehúya
(como hace siempre) habremos comprendido
que el mar es una lágrima y que un poeta
puede meter la luna en un capazo.

Gracias por darte, poeta, en tus renglones.
Gracias por tu amistad y por tus versos.
Gracias por la acogida generosa
que haces a los poetas cervatillos.

Y gracias, finalmente, por no darnos
explicaciones de tu bilingüismo:
porque la libertad, como bien dices,
se explica por sí misma o no se explica.

Ágape de amistad es esta noche,
simposio de escandir versos y rosas
en tu homenaje, en tu horaciana copa.
Brindo por ti, poeta, y por nosotros.

José Florencio Martínez ©

Y aquí otra reseña de José Florencio Martínez,  al que ya le dediqué una entrada al cuando comenzaba este blog y otra cuando presentó su poemario Teseo no saldrá del laberinto .

Siguiendo con la obra de Enrique Badosa, en su web hay amplia información sobre su bibliografía, su vida literaria y selección de sus textos, Aquí tenéis algunos poemas de cada libro suyo. Yo he publicado en "Las nueve musas" dos artículos sobre su obra completa. En el primero trato de sus nueve primeros libros publicados entre 1956 y 1986, y en el segundo de los ocho restantes entre 1989 y 2010.

Os dejo aquí algunas fotos de ese homenaje en el Aula d'els Escriptors del Ateneu Barcelonès.

Comentando un poema con Enrique

Foto de grupo

En el Aula d'els Escriptors del Ateneu

Pura Salceda y Domènech Duesa

Adenda de Junio de 2017: El 1 de junio se le efectuó un homenaje a Enrique Badosa con motivo de sus 90 años en el Aula Capilla de la Universidad de Barcelona, organizado por Margarida Trias. Fue un acto académico que repasó durante todo el día sus múltiples facetas literarias: poeta, crítico literario, ensayista, traductor, editor, periodista, etc. y a la vez fue un acto entrañable donde sus amigos lo pudimos felicitar y compartir con él anéctotas y recuerdos, en ese maravilloso marco del patio de letras de la Universidad donde hace 7 décadas Enrique estudiaba Filosofía y Letras.

Aquí tenéis el programa del acto de homenaje y una reseña que efectuó Sergi Doria.


Con Felipe Sérvulo y Enrique Badosa
en el Patio de letras de la UB

Descanse en paz ese gran poeta y magnífica persona que me honró con su amistad.


domingo, 18 de septiembre de 2022

Redescubriendo Kímolos

Estuve en la isla griega de Kímolos unas horas en 2005 y me gustó, pero no volví por la dificultad de encontrar buenas comunicaciones en ferry. Este año, al planear un viaje en velero en junio por el oeste de las cícladas, la puse en la bitácora y tanto me gustó que he repetido una semana en septiembre.

Milos desde la taberna de Kalamitsi en Kímolos

REDESCUBRIENDO KÍMOLOS

Volver a descubrir la isla que olvidé,
más de dieciséis años después del primer viaje
cuando no fue un destino y no tuvo capítulo,
solo fue una excursión en ferry desde Milos,
unas horas de playas en que me encantó Prasa.
Por la dificultad de llegar hasta Kímolos,
quedó como un recuerdo que se desdibujaba.

Cuando mis singladuras del poniente cicládico
la pusieron a tiro, la incluí en la bitácora.
Llegamos navegando, nos bañamos en Prasa,
fondeamos en Rema entre casas de barcos,
subimos al Jorió, donde nunca había estado,
y me gustó su Kastro -con sabor a Folégandros- ,
sus calles y sus bares, su música latina,
y cenar en la plaza, donde vive la gente
entre gritos de niños y charlas de mayores.

Por eso he repetido pocos meses después,
ahora es un destino al que abro capítulo.
Esta semana ha sido redescubrir a Kímolos
que sigue siendo isla de los tiempos pasados
con guiños del presente que fusionan muy bien,
y si algo desafina, como en Prasa la música
o excesivas tumbonas al estilo de Ibiza,
me procuro un antídoto en playas del poniente,
sombras de tamarisco con sones de cigarras;
no os digo sus nombres, descubridlos vosotros.

Siempre ha sido difícil escoger entre cícladas,
pero unas cuantas cartas reinan en la baraja:
la escala de colores de los blancos y azules
donde Kímolos tiene su lugar reservado.


Ricardo Fernández Esteban. Septiembre de 2022 ©


Aunque en la playa de Prasa se haya instalado un beach club sigue siendo un lugar agradable, y con libros a vuestra disposición (como en otros puntos de su Jorió, su único pueblo), además hay muchas otras playas más tranquilas. La isla tiene poco turismo, salvo los diurnos que vienen a pasar unas horas desde Milos, y los no residentes parecen veraneantes o visitantes que no influyen en el entorno. Podéis comer bien en varios restaurantes y en alguna taberna junto al mar, como la de Kalamatsi. No os digo más, lo podéis descubrir si venís. Este es el resumen de la bitácora por las Cícladas (buscad el año 2022) que me hizo redescubrir Kímolos el pasado junio.

El puerto de Psati

La playa de Prasa

Metamórfosos en el Jorió

Ag Spirídon, Kambo, Jorió

Skiadi en el interior

Libros en la playa de Prasa

El fondeadero de Rema

Si estáis interesados en ese entorno griego, en mi libro "Por las islas griegas" , revisado y ampliado en 2023, describo unas 75 islas que he visitado y repetido en los últimos 25 años con anotaciones sobre los lugares que prefiero.


En 2023 he vuelto a Kímolos 2 veces (una escala de un día en un velero y 6 días en septiembre) y he escrito "Luces y sombras aquí en Kímolos" que complementa el poema anterior.

jueves, 11 de agosto de 2022

Soñando con volver al mar Egeo

No hace mucho regresé del Egeo y dentro de poco volveré. Son muchos años por esas islas y mares, pero la ilusión continua y eso es lo que cuenta. No sé qué ni cuánto me deparará el futuro; de momento, como acaba este soneto: mi sueño es poder incrementar el ritmo de los viajes por mi mar.

Opsi. Kárpathos


SOÑANDO CON VOLVER AL MAR EGEO

En estas costas se detiene el mundo
y relajo la vista ante la calma
de un mar sin mástiles de azul profundo
y playas virginales sin un alma.

Un cuarto de mis tres hace que vengo
haciendo de estas islas mi bandera;
aunque he perdido muchas, aún mantengo,
por fortuna, unas cuantas en cartera.

No sé las singladuras que el destino
va a poder ofrecerme todavía.
Ojalá que se alargue este camino
coonvirtiendo el disfrute en poesía;

y que nunca se apague este deseo
de seguir contemplando el mar Egeo.

Ricardo Fernández Esteban ©


Este soneto es uno de los pocos poemas rimados de los muchos que he escrito sobre las islas y mares griegos. De hecho, creo que no hay ninguno en "Por las islas griegas" que resume todos mis viajes en los últimos 25 años; y solo otro soneto en "Islario de pasiones" , libro que trata de las pasiones y las dudas del navegantes entre el camino y el destino, que se titula "Hay tantas islas como amores". Este poema, que se empezó a escribir en las islas, concretamente en Kárpathos, y se ha acabado en el Pirineo (vaya contraste) salió así con estructura de soneto inglés y hay que dejar que los versos se escriban como se sienten.

Este poema lo podría incluir en una nueva edición de esos libros que os he comentado, en "Islario de pasiones" o en uno de los capítulos genéricos de "Por las islas griegas", ya veremos.








miércoles, 29 de junio de 2022

2022: Navegando por las Cícladas

Estos poemas son algunos de los escritos en una travesía en velero por las Cícladas en junio de 2022. Son apuntes a vuelapluma, impresiones directas de un entorno en el que hay luces y sombras, y lugares que resisten mejor que otros la presión turística. Llevo mucho tiempo viajando por estas islas y, aunque han perdido algo de su virginidad, si sabes buscar todavía son un entorno muy agradable. En este otro enlace describo las singladuras de esta travesía. Si esto os sabe a poco, en mi libro "Por las islas griegas" resumo más de 25 años y 70 islas visitadas.

Síkinos desde Ios

En Mýkonos, antes de zarpar hacia islas auténticas

En calles estrechas
repletas de tiendas,
restaurantes, bares...
una multitud
en la que destacan
las rubias teñidas
de ropa muy prieta
con tacones altos,
y hombres musculosos
que miran con ansia.
La "jora " de Mýkonos,
para unos Sodoma,
para otros Gomorra,
para mí una etapa
hacia islas recónditas.

Busco colores
en mi deambular
por el islario.
¿Cuántos azules
en sus mares y cielos
tienen las Cícladas?

La Jora de Mýkonos


Descubriendo algo de Syros

Evito en Syros
la parte más poblada,
su capital.
Fondeo en Fínikas
en un pequeño puerto.
turismo antiguo.
Voy acercándome
y espero que mañana
esté en mi Grecia


Φοίνικας (Fínikas) en Syros


Kitnos: Grecia sin maquillaje

Cala recóndita,
fila de tamariscos
frente al azul,
donde mi Grecia
se quita el maquillaje
de lo turístico.
En el atardecer,
guisos de la taberna 
junto a la mar;
y como postre
-cuando surge la luna-
pastel de plata.

Aghios Stéfanos. Kithnos


¿Es demasiado bella Sifnos?

En Sifnos hay tantas iglesias
como días del año, o eso dicen;
también hay arboledas, buenas playas,
pueblos encantadores y artesanos.
Hace ya mucho, me quejé
y pedí que tuviera 
un poco más de pérfida locura;
los años curan los excesos
y, en estos tiempos, agradezco
la tranquila belleza de esta isla.

Vazý. Sifnos


Unas horas en Kímolos que querría prolongar

Baños -frente a la nieve- en Prassa,
fondeo en soledad en Rema –entre casas de barcas-,
ascenso hacia el Jorió –con Kastro medieval-,
cena en la plaza de la iglesia –sin turistas-,
copas en callejones –buena música-,
delicias de otros tiempos y de este,
fusión de épocas que suma.
Unas horas en Kímolos
que quiero prolongar en otro viaje.

En el Jorió de Kímolos



Sirmatas en Rema (Kímolos)


Poliegos, la isla que nunca fue morada

La isla que nunca fue habitada,
a pesar de sus dos níveas bahías
- aguas preciosas de turquesa azul -,
mantiene su cartel de paraíso,
si eres un navegante mañanero;
porque hacia el medio día
llegan los barcos de turistas
buscando lo perdido y no lo encuentran:
los edenes requieren madrugar.

Poliegos al mediodía


Con San Jorge en Síkinos

Hay un San Jorge en cada isla
donde puedes bañarte,
los hay recónditos, turísticos o mixtos.
No conocía el de Síkinos, que es mixto,
con siete tamariscos y otras siete sombrillas,
una taberna con poca actividad
y, por supuesto, una capilla.
Fondeado cerca de la arena,
recuerdo que intenté venir aquí hace años,
pero entonces no había carretera
y el caico no salía el mes de junio.


Aghios Giorgios en Síkinos


Manganari resiste al sur de Ios

Depende lo que cuentes,
una docena es mucho o poco,
en este caso cuento años y es bastante,
por eso no sé yo
lo que voy a encontrar en Manganari.
De momento, lo encuentro todo igual,
la misma arena blanca
y el mismo mar azul
y, más o menos, los mismos bungalows:
en resumen, es una suerte
que algunos paraísos aún resistan.

Manganari en Ios


La masificación de Santorini

La masificación turística,
la cutrez del entorno de Kamari,
Firá con sus bazares que ignoran lo local,
Ía que juega a pija
y tienes que luchar por un espacio
si quieres observar el ocaso del sol...
cuando de noche bajo por la ronda
desde Firostefani hasta Firá,
contemplando la plata en la caldera
y los miles de luces colgadas de sus bordes.

Ricardo Fernández Esteban ©

Oía se pronuncia Ía y es el pueblo más chic. Firá es la capital de Santorini, cuyo nombre griego es θηρά (Cirá). Firostefani está al borde la caldera sobre Firá. 

Frá desde Firostefani. Santorini



Otro viaje en velero por las islas griegas y ya van ocho, además de muchos más utilizando otros medios de trasporte. Este poema Pido la guardia del amanecer lo escribí la primera vez de divisé las islas griegas desde un velero en el Jónico. Aquí tenéis la bitácora de una travesía desde España hasta el confín de Dodecaneso griego, aquí otras bitácoras y poemas de singladuras por el Dodecaneso y por fin la bitacora de estas últimas singladuras por las Cícladas y otras de hace tres años.


Mi libro "Por las islas griegas", revisado y ampliado en 2023, recoge más de 25 años y más de 70 islas visitadas, con mis anotaciones sobre mis playas, restaurantes, hoteles y otros lugares preferidos. Aquí lo podéis conseguir en Amazon; si preferís las librerías físicas, hay ejemplares en Altaïr (Gran Vía 616, Barcelona).



lunes, 6 de junio de 2022

El blog vuelve a las Cícladas

El blog vuelve a navegar y recuperará su alma de bitácora narrando mi próxima travesía a vela por las Cícladas, como ya hizó otras veces por estas islas y por las del Dodecaneso. Ojalá que los vientos y los mares nos sean propicios y lo podamos compartir con vosotros.

La cala de Fikidas en Sifnos. Un posible fondeo.

EL BLOG VUELVE A LAS CÍCLADAS

El blog vuelve a la mar,
recorrerá las Cícladas 
de Mýkonos a Santorini
que serán solo origen y final,
porque navegaremos islas más recónditas
en busca de refugios en sus costas
donde podamos fondear al abrigo del viento.
También recalaremos en los puertos
de dimensión humana, en que conviven
tabernas que nos sirven lo que pescan sus barcas
o cuidan en sus huertos y corrales.
De isla en isla nos llevarán las velas,
si Neptuno es benévolo y Eolo
no enfurece las olas demasiado.

Os lo voy a ir contando y este blog
volverá a ser bitácora poética
que comparta experiencias con vosotros.

Ricardo Fernández Esteban ©


En este enlace 2022 y 2019: Navegando por las Cícladas iré recogiendo una bitácora del viaje y algunos poemas que me inspire. Si queréis una visión general de mis viajes por más de 70 islas griegas en los últimos 25 años, tenéis mi libro Por las islas griegas, ampliado en 2023, con anotaciones de mis preferencias de cada isla.




Y en Islario de pasiones (del que existe una versión bilingüe griego español) encontraréis las vivencias del navegante. Las islas y los mares que las circundan son griegos, aunque a diferencia de en Por las islas griegas, no suele haber referencias geográficas concretas. La pasión es de quien escribe, de quien navega y de quien habita, que se intercambian las voces dudando "entre el camino (navegarlas) y el destino (habitarlas)".


Del capítulo "Chispas de mar en la bitácora" que recoge haikus, gotas de mar que decoran la bitácora.

Ceñir al viento
nunca ha de ser la guerra
sino el placer.

Cuando navegues
no te enfrentes al mar
pacta con él.
...

Mares e islas,
son la misma moneda
que guía el viaje.

Cuando la lanzas
caiga por donde caiga
siempre se gana.

Si sale cara
navegas por el mar
buscando islarios.

Si sale cruz
recorres los islarios
viendo la mar.

Chispas de mar en la bitácora
Islario de pasiones
Ricardo Fernández Esteban ©


lunes, 16 de mayo de 2022

De versos, metas y "metaversos"

Últimamente, esa red llamada "Metaverso" (antes Facebook) no nos deja ver en el muro de entrada más que a unos pocos de nuestros contactos, y el resto de amigos o seguidores son tan virtuales como los avatares que quieren crear. Además, las entradas poéticas ya sufren "per se" un mayor ostracismo. De eso va este poema, de tener amistad o seguir a quienes te interesan y de que el sistema lo permita. Quizá es una batalla perdida, pero las guerras son largas y la esperanza es lo último que se pierde.



MÁS VERSOS Y MÁS METAS, Y MENOS METAVERSOS

Según indica Facebook, paso de cuatro mil amigos
y, cual gurú de Hamelín, me siguen tres cuartos de millar.
“Mucha mierda” diría la gente del teatro
y “mucho ruido y pocas nueces” digo yo,
porque pocos me ven y aún menos me contestan.
¿Será que el algoritmo tiene alergia a los versos?,
¿será que al público le muerde la palabra poética?,
¿será que ser poema, rima con anatema?,
¿será que al escoger hay que ser más banal?
o ¿será que estas redes solo pescan con versos
leídos sin esfuerzo, sin tener que clicar
un enlace hacia un blog, donde se abra el poema
con texto y su contexto, lo que siempre es mejor?

Será lo que será, pero habrá que hacer algo,
porque tanta amistad y tantos seguidores
se corresponden poco con lo que nos ofrece
esta red “metaverso”, sin versos y sin metas,
que apuesta por un mundo de avatares
mucho más manejables que los mundos reales.
Por pedir, lo que pido
son amigos que opinen tanto bien como mal,
y si son seguidores que sigan el camino
del verso como meta y no del “metaverso”.

Lanzado está el mensaje,
quien no esté interesado en mi poética
que vire su timón hacia otros rumbos,
y que, los que quedemos,
interactuemos mucho más
con constructivas críticas o aportes,
para ser, realmente, amigos de los versos.

Ricardo Fernández Esteban ©


Este poema contiene quejas y no tendría que quejarme de mi visibilidad poética, ya que hace un año que mi blog "La palabra es mágica" superó el millón de visitas. Pero concretando en la difusión a traves de "Facebook", sí que me quejo de ese algoritmo que limita lo que veo y a los que me ven, y de la poca interactividad de esta red que me anuncia cantidad de amigos y seguidores a los que no suelo ver por el muro. 

El principal objetivo de una red social debe ser la interacción a través de los comentarios a los contenidos que se cuelgan. Yo prefiero enlazar mis entradas a mi blog, que siempre es un mejor y más amplio depósito de contenidos, al incluir más información del texto y del contexto, pero observo la pereza de muchos visitantes en ir más allá de lo expuesto en el muro de entrada.

Respecto a la proclama, si habéis llegado hasta aquí y no os interesa mi poética, ni la de los poetas que cuelgo, podéis retirarme vuestra amistad o dejar de seguirme. Ningún problema, lo que pretendo es que a los que continuen les interen los contenidos y sean más participativos, teniendo en cuenta que la crítica constructiva es una mejores herramientas de mejora poética. 

El problema es que los que no hayan llegado hasta aquí, y no les interese el tema, seguirán como amigos y seguidores durmientes sin aportar nada. Que yo sepa, no hay en esta red una herramienta para actualizar periódicamente amigos y seguidores que nunca ven tus entradas.

Y hablando del "metaverso" y sus dos significados y etimologías:  "metaverso", verso que trata del verso (como la "metaliteratura" es literatura que trata de la literatura) y "meta-universo" > "metaverso" (como universo virtual en internet), tienen muchas semejanzas. Aquí tenéis un interesante artículo de Joaquín Mattos sobre este tema.

Como siempre, y sin perder la esperanza, espero comentarios, sean del signo que sean, tanto en el blog como en las redes sociales en las que cuelgo un resumen y un enlace a esta entrada.

martes, 22 de febrero de 2022

La isla de Saría y la capilla del santo Zacarías

Este poema trata de la deshabitada isla de Saría en los confines del Dodecaneso griego y de su capilla del Santo Zacarías, colgada sobre el acantilado que preside la cala de Palatia.


LA CAPILLA DEL SANTO ZACARÍAS

El santo Zacarías no tiene feligreses,
tan sólo un día al año se celebra una fiesta
y vuelven descendientes de sus antiguos fieles.
Pero en la isla olvidada en que no hay habitantes
el santo Zacarías nunca se siente solo,
desde su acantilado tiene un mar a sus pies
que compite en azules con el azul del cielo.
También tiene una luz que alumbra sobre aceite,
porque de tanto en tanto alguien limpia y provee
la pequeña capilla que, en honor a su nombre,
hace ya muchos años, se construyó en Saría.

Ricardo Fernández (Άγιος Ζαχαρίας), VI-2021

La capilla de Aghios Zajarías sobre Palatia

La isla de Saría (23 km2), situada al norte de Kárpazos, está deshabitada desde hace más de 50 años. A principios de septiembre, cuando se conmemora a San Zacarías, los descendientes de los antiguos habitantes retornan al pueblo de Argos y celebran una misa en la capilla, una cena con cantos y bailes tradicionales, y al día siguiente retornan a Diafani en Kárpazos. El resto del año solo llegan a Saría algunos visitantes diurnos, que llegan en barca, y los mieleros que recogen la miel artesanal.

En Saría hay otras cuatro capillas la de Santa Sofía, la de San Andrés, la de San Pantaleón y la de San Espiridón, fruto de épocas en que la isla tuvo una cierta población rural. Hoy aún se puede cruzar la isla por el antiguo camino que la recorre de sur a norte, contemplando antiguas edificaciones y campos de cultivo abandonados, pero muchos otros caminos se han perdido.

El interior de la capilla de Aghios Zajarías


Palatia, en lo alto del acantilado
la mancha blanca de Aghios Zajarías

En esa isla, junto a esta cala, estuvo ubicada la ciudad helénica de Palatia que según se cree envió un barco a la guerra de Troya. Hoy aún se conservan algunos antiguos restos de ese pasado, que conviven con edificaciones de los piratas sirios que habitaron la isla en época bizantina.

La mejor playa de la isla es la de Alimunda, al norte de Palatia. No hay transportes regulares a Saría a la que solo podréis llegar a través de las barcas de Giorgios Protopapas o de Nikos Orfanos que os llevan algunos días de picnic desde Diafani, o de una barca más grande que suele salir un día a la semana desde la capital Pigadia, aunque no os recomiendo ese día ya se rompe la tranquilidad de Saría. Nikos o Giorgios van parando en pequeñas playas o cuevas para el baño y, si se lo pedís, os pueden dejar en el sur de la isla para que la podáis atravesar andando en unas tres horas y reuniros con ellos en la cala de Palatia donde se come bajo un tamarisco.

La mejor alternativa de viaje, pero la más difícil, es tener un transporte propio que fondee en Palatia o Alimunda y poder subir hasta el abandonado pueblo de Argos y la capilla de Aghios Zajarías, sin más compañía que la que vaya con vosotros. Llevad agua para la excursión, ya que la única cisterna aceptable es la de Argos y no siempre está abierta. En la capilla hay otra cisterna, pero si bebéis encomendaros al santo porque no siempre sus condiciones de salubridad son aceptables.

La cala de Alimunda


Camino a Argos por la garganta

El estrecho (stenó) que separa Saría de Kárpazos
y el inicio del camino que atraviesa la isla.


Mi libro "Por las islas griegas", revisado y ampliado en 2023, recoge más de 25 años y más de 70 islas visitadas, con mis anotaciones sobre mis playas, restaurantes, hoteles y otros lugares preferidos. Aquí lo podéis conseguir en Amazon; si preferís las librerías físicas, hay ejemplares en Altaïr (Gran Vía 616, Barcelona).