Ya han pasado 6 meses (y parece que fue ayer) desde que el pasado Agosto inicié esta singladura por los mares poéticos, compartiendo poemas míos y ajenos. Tenía, y tengo, dos objetivos fundamentales, facilitar el acceso a la obra de poetas que me interesan y dar a conocer parte de la mía. Los vientos me han sido propicios y me han permitido recalar en islas poéticas que desconocía y conocer a otros navegantes, que como yo, disfrutan ciñendo sonetos o surfeando sobre las olas del verso libre. El destino final no es lo importante, lo es el camino que nos enriquece, como dice Kavafis en esos versos tan conocidos de su Ítaca:
|
Kefalonia y la pequeña Itaca |
"Mantén siempre a Ítaca en tu mente.
Has de llegar es tu destino
pero no fuerces esta travesía.
Es preferible que dure muchos años,
que seas viejo cuando fondees en la isla,
rico de lo ganado en el camino
sin esperar ya más riquezas”.
Ha sido un viaje hermoso,
sin Ítaca no te habrías puesto en marcha,
pero la isla ya no tiene
nada más que ofrecerte.
Ítaca (fragmentos). Konstandinos Kavafis
En estos 6 meses de navegación he fondeado en 25 puertos ajenos. Desde los clásicos (Lope, Góngora, Sor Juana...) a los contemporáneos (Badosa, García Montero, Aute, Sabina, Cuenca...) pasando por los que ya se han ganado una plaza a perpetuidad en el Parnaso (Salinas, Benedetti, Gil de Biedma...) Estas estancias me han permitido redescubrir paisajes olvidados o conocer otros que se me habían escapado en anteriores viajes.
También he recalado en 25 bahías propias, mostrando poemas de mi trilogía "Cuadernos de las islas griegas", del poemario digital "De museos por Madrid", del libro de rimas "Pensando en vosotras" (que publicará Sial Ediciones la próxima primavera), o de otros proyectos en marcha como el poemario sobre el significado de las palabras "Palabras entrevistas". Además, he hecho alguna incursión por otros mares, colgando algún cuento corto y alguna opinión sobre el mundo poético.
El camino se me ha hecho corto. Será porque he disfrutado de la navegación capeando temporales o dejándome llevar por las brisas, y porque me han reconpensado vuestras visitas, que han superado todo lo previsto en número y diversidad de orígenes. Realmente el mundo es ya una aldea global, y en un instante la poesía puede rodearlo y llegar a los más intrincados destinos.
Gracias a todos. A los autores de los versos, y a los lectores, a los que ya considero amigos los conozca o no personalmente. Sin ellos la navegación no tendría sentido, porque navegar ha de ser conocer, como digo en este fragmento de un poema que os colgaré proximamente.
|
El canal que separa Andíparos de Despotikó (Islas Cícladas) |
Un fuerte abrazo, y cuento con vosotros para mis próximas singladuras.