(Entrada reescrita en septiembre de 2017) Se dice que la musa regala un verso al poeta y le deja el trabajo de escribir el resto. Yo recibí ese verso en el cementerio de Jrisomigliá, un balcón sobre el Egeo en la recóndita isla de Furni. Quizá porque es uno de mis poemas preferidos, lo he reescrito en varias ocasiones, porque somos más estrictos con lo que más nos gusta.
CUANDO MUERA QUE NO ME REPATRÍEN
Anclado
en estas islas, abandono
la
búsqueda falaz del paraíso,
tantas
veces perdido en esa ruta
del
buscar imposibles y no ver
que
ya lo has encontrado, que lo habitas.
Por eso, y por si hay más y hay otro mundo:
Cuando muera que no me repatríen,
enterradme desnudo en suelo griego.
Buscad un cementerio entre los pinos
con
amplias vistas al azul del mar,
donde
el cuerpo se mezcle con la tierra
y
acaso vuele el alma hacia sus musas.
Así,
si hay otra vida, cuando llegue
esa
resurrección y abra los ojos
contemplaré
mi amado mar Egeo,
mientras -con juvenil vejez- retorna
la psique enriquecida por los mitos
con
los que ha convivido en el Parnaso.
Ricardo Fernández Esteban © (versión 7.17)
Cementerio de Jrisomigliá. Furni, al norte del Dodenaneso |
Desde "The Booksmonie. Poesía recitada" de puede acceder a un fichero con mi voz y los textos de tres poemas míos de "Islario de pasiones", éste "Cuando muera...", "El navegante de islas" y "Ese mar".
Nota sobre las versiones del poema: En la primera entrada de este blog, en agosto de 2010, yab aparecía la versión inicial de este poema incluido entonces en mi libro Adendas del Dodecaneso, ya descatalogado, luego he ido reelaborando el poema, a veces con vuestra ayuda. Esta es una de las ventajas y desventajas del autor, poder modificar su obra. ¿Qué pensáis de ello? ¿Hay que dejar la obra tal como se escribió o son interesantes estas reelaboraciones?
Espero vuestros comentarios. Uno de los principales motivos de tener un blog es buscar la opinión de los lectores. La crítica constructiva, no el simple halago vacío de contenido ni el comentario destructivo, enriquece la obra y nos ayuda a comprender cuál es la recepción de la misma.
Aquí tenéis varias versiones anteriores de este poema.
Diciembre de 2015
Y si muero, que no me repatríen,
que me entierren desnudo en suelo griego,
en algún cementerio entre los pinos
con amplias vistas al azul del mar,
donde el cuerpo descanse entre la tierra
y el alma vuele libre hacia sus musas.
Así, si hay otra vida al iniciarla
contemplarán mis ojos el Egeo,
y sentiré mi mente enriquecida
por los sabios consejos de los mitos
con los que ha convivido en el Parnaso.
Febrero de 2014
Y si muero que no me repatríen,
enterradme
desnudo en suelo griego.
Buscad
un cementerio bajo pinos,
con
amplias vistas al azul del mar,
donde
el cuerpo descanse entre la tierra
y
el alma vuele, rauda, hacia los mitos.
Así,
si hay otra vida en su comienzo
contemplarán
mis ojos el Egeo,
mientras con juvenil vejez retornaun alma enriquecida por las musas
con las que ha convivido en el Parnaso.
Septiembre de 2011
Y si muero que no me repatríen,
enterradme desnudo en suelo griego.
Buscad algún pequeño cementerio
con amplias vistas al azul del mar,
donde el cuerpo se pudra entre la
tierra
y el alma emprenda vuelo hacia los
mitos.
Así, si hay más y vuelvo a despertar,
contemplarán mis ojos el Egeo
mientras, con juvenil vejez, retorna
un alma enriquecida, acompañada
por esas nueve musas que habitan el
Parnaso.
Versión
inicial de 2009
Y si muero que no me repatríen,
dejad mis huesos blanquear en suelo griego
que mi cuerpo se pudra en estas tierras
que mi alma more entre sus mitos.
Así, si hay más y vuelvo a despertar,
veré -al abrir los ojos- el Egeo.
Cementerio de Diafani. Kárpazos al sur del Dodecaneso |
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