sábado, 12 de octubre de 2013

Fray Luis de León. Oda a Francisco de Salinas

Fray Luis de León (Belmonte, 1527 - Madrigal de las Altas Torres, 1591) es uno de los grandes escritores del renacimiento al que aquí trataré en su vertiente poética. Comienzo con las quintillas que escribió al salir de la cárcel, donde estuvo cinco años por traducir libros sagrados sin licencia eclesiástica.


Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
¡Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y, con pobre mesa y casa,
en el campo deleitoso,
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa,
ni envidiado, ni envidioso!


Y cuando volvió a su cátedra de Salamanca pronunció el famoso Como decíamos ayer... Hablando de cátedras y Salamanca, las magníficas liras que dedicó a su compañero catedrático, el músico Francisco de Salinas.

ODA A FRANCISCO DE SALINAS

El aire se serena  
y viste de hermosura y luz no usada,  
Salinas, cuando suena  
la música extremada  
por vuestra sabia mano gobernada

A cuyo son divino  
el alma, que en olvido está sumida,  
torna a cobrar el tino  
y memoria perdida  
de su origen primera esclarecida. 

Y como se conoce,  
en suerte y pensamiento se mejora;  
el oro desconoce  
que el vulgo vil adora,  
la belleza caduca engañadora. 

Traspasa el aire todo  
hasta llegar a la más alta esfera  
y oye allí otro modo  
de no perecedera  
música, que es la fuente y la primera. 

Ve cómo el gran Maestro,  
a aquesta inmensa cítara aplicado,  
con movimiento diestro  
produce el son sagrado,  
con que este eterno templo es sustentado. 

Y como está compuesta  
de números concordes, luego envía  
consonante respuesta;  
y entre ambos a porfía  
se mezcla una dulcísima armonía. 

Aquí el alma navega  
por un mar de dulzura, y finalmente,  
en él así se anega,  
que ningún accidente  
extraño y peregrino oye o siente. 

¡Oh desmayo dichoso!  
¡Oh muerte que das vida! ¡Oh dulce olvido!  
¡Durase en tu reposo,  
sin ser restituido  
jamás a aqueste bajo y vil sentido! 

A este bien os llamo,  
gloria del apolíneo sacro coro,  
amigos, a quien amo  
sobre todo tesoro,  
que todo lo visible es triste lloro. 

¡Oh, suene de continuo,  
Salinas, vuestro son en mis oídos,  
por quien al bien divino  
despiertan los sentidos,  
quedando a lo demás adormecidos! 

Fray Luis de León

Un breve apunte sobre cada  estrofa. : Salinas tocando el órgano nos acerca a Dios. : Origen divino del alma. : El alma desprecia los bienes mundanos. : Vía iluminativa. Música de las esferas celestes. :Trascendencia. El alma en presencia de Dios, origen del movimiento del universo y la música celestial. : Unión del alma y Dios. Números como origen y fundamento.: Plenitud del amor por la unión intelectual del alma a Dios. : Busca de la plenitud del clímax unitivo. :Ánimo a los amigos a compartir ese bien espiritual. 10ª: Llegar a Dios a través de la música de salinas. En esta página encontraréis un comentario del poema que desarrolla estos apuntes.

Si os interesa más información sobre la vida y obra de Fray Luis os dirijo a Cervantes Virtual. 

viernes, 4 de octubre de 2013

Ángeles Santos. Un mundo y La tertulia.

La pintora Ángeles Santos ha muerto a los 101 años. Estos sencillos versos son mi pequeño homenaje, especialmente por dos cuadros suyos que me encantan: Un mundo y La tertulia. Ambos los pintó en 1929, en esa corta etapa adolescente en que su creatividad se desbordó, y los podéis ver en el Reina Sofía de Madrid. 

Un mundo (290 x310). Ángeles Santos, 1929

A la pregunta de cómo había podido pintar con sólo 18 años y escasas vivencias este cuadro, Ángeles respondió que le habían inspirado estos versos de Juan Ramón.

 (...) vanos ángeles malvas
apagan las verdes estrellas.
Una cinta tranquila
de suaves violetas
abrazaba amorosa
a la pálida tierra.

Alba. Juan Ramón Jiménez.


UN MUNDO Y LA TERTULIA

¿Cómo se puede, Ángeles,
organizar "Un mundo" en tres por tres
surrealmente mágico
siendo una adolescente
que ha vivido en provincias
y en plena dictadura de Primo de Rivera?
¿Leyendo a Juan Ramón…?
Leyendo a Juan Ramón se puede mucho
y más si eres artista natural.

¿Y en ese mismo año, 
recrear "La tertulia", diálogo sin voz,
nueva objetividad del postexpresionismo,
inquietante misterio cuando cambias
de la visión global a cada personaje?
Fumando pensativa en el sofá,
mirándome de frente, leyendo para ti
o hincando las rodillas cuando imploras...
¡Cómo rompes los cánones del tiempo
al pintar este cuadro!

Quizá fue demasiado para tan corto tiempo
o demasiado poco para un siglo.
Mi pequeño homenaje llega tarde,
pero la obra pervive a los autores.
Gracias, Ángeles.

De museos por Madrid. Ricardo Fernández Esteban ©


La tertulia.(130 x 193) Ángeles Santos, 1929

















En estos enlaces del Reina Sofía podréis ver más información de los cuadros, El mundo y La tertulia. Y aquí información sobre su vida y obra

Este poema pertenece a mi libro digital De museos por Madrid, que permite ver las obras en que se inspiran los poemas y que he republicado en Amazon revisado y ampliado en 2023.


sábado, 28 de septiembre de 2013

Emilio Prados. Posesión luminosa y Canción

Emilio Prados (Málaga 1899, Méjico 1962) es un poeta adscrito a la generación del 27, que comenzó su andadura poética en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Prados participó activamente en las actividades literarias de los años 20 y 30 del pasado siglo y tuvo que exilarse al final de la guerra civil. Pero para presentarlo es mejor dejar que nos hable un poema suyo:







  






POSESIÓN LUMINOSA

Igual que este viento, quiero
figura de mi calor
ser y, despacio, entrar
donde descanse tu cuerpo
del verano; irme acercando
hasta él sin que me vea;
llegar, como un pulso abierto
latiendo en el aire: ser
figura del pensamiento
mío de ti, en su presencia;
abierta carne del viento,
estancia de amor en alma.
Tú -blando marfil de sueño,
nieve de carne, quietud
de palma, luna en silencio-,
sentada, dormida en medio
de tu cuarto. Y yo ir entrando
igual que un agua serena,
inundarte todo el cuerpo
hasta cubrirte y, entero
quedarme ya así por dentro,
como el aire en un farol,
viéndose temblar, luciendo,
brillar en medio de mí,
encendiéndose en mi cuerpo,
iluminando mi carne
toda ya carne de viento.

Emilio Prados. Cuerpo perseguido (1927-8)

Os cuento como llegué a leer este poema. Hojeando el libro de Ángel González El grupo poético del 27 vi que le faltaban unas páginas arrancadas, en la parte dedicada a Prados, esto me intrigó e inquietó porque cuando alguien tiene que robar poemas debe de ser por algo muy importante. El poema que os he reproducido anteriormente es uno de los desaparecidos, los otros los estoy buscando.

En este enlace de Poetas Andaluces tenéis más información del poeta y una antología suya. Y en este otro de Literaria  mucho de la generación del 27.


Y os dejo con una canción del poeta:

No es lo que está roto, no,
el agua que el vaso tiene:
lo que está roto es el vaso
y, el agua, al suelo se vierte.

No es lo que está roto, no
la luz que sujeta al día:
lo que está roto es el tiempo
y en la sombra se desliza.

No es lo que está roto, no
la sangre que te levanta:
lo que está roto es tu cuerpo
y en el sueño te derramas.

No es lo que está roto, no,
la caja del pensamiento:
lo que está roto es la idea
que la lleva a lo soberbio.

No es lo que está roto Dios,
ni el campo que Él ha creado:
lo que está roto es el hombre
que no ve a Dios en su campo.

Emilio Prados

sábado, 21 de septiembre de 2013

Andrés Neuman

Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977) es narrador, poeta, traductor, bloguero y columnista hispano-argentino. Me centraré en su producción poética con 13 libros publicados desde 1998. Hay autores que atrapan con sólo leer un poema suyo, y Andrés fue para mí uno de estos en la Antología La inteligencia y el hacha de Luis Antonio de Villena. Os dejo dos poemas de sus últimos poemarios:




No sé por qué confundo mi impaciencia
con la lentitud de las cosas
¿esa hoja de ahí
tarda en caer
porque la gravedad es perezosa?
voy a morir mañana pasado como mucho
la hoja todavía no habrá tocado el suelo

Andrés Neuman. No sé por qué (2011)


Pásame el tenedor exige el loco
de la muleta rota contemplando
su sopa de fideos
¿tenedor?
se burla el enfermero
(es joven y le cuesta seguirles la corriente
aclara el narrador paternalista)
¿tenedor para el caldo?
¡sí señor! le responde
ofendido el de la muleta rota
lo fácil es llevarse todo todo
no dejar nunca nada para el plato
yo prefiero pinchar mi parte de la sopa
¿entiendes o no entiendes? bah te escupo
(se limpia el enfermero con una servilleta)
tienes que ir aprendiendo murmura el veterano
a distinguir los locos de los locos.
Andrés Neuman. Patio de Locos (2011)


Pero Andrés es poeta de muchos registros y aquí os dejo un vídeo de un poema suyo Buenos Aires al vuelo del disco libro Alguien del otro lado que recoge poemas de Andrés cantados por Juan Trova y que interpretan los dos.




En su web podéis hace un viaje por su obra. Os enlazo a la sección de libros donde podéis buscar la solapa de poesía que contiene una sinopsis de sus poemarios y una pequeña antología. Y este es su blog Microrréplicas



Para acabar, dos Haikus de su poemario Gotas Negras (2003-07):
Abrazo inútil
busca la joven hiedra
en el cemento.
Sobre el acero
el tronco de la lluvia
se hace astillas.



Adenda de enero de 2021: Lo último en poesía que he visto de Andrés Neuman es Casa Fugaz: Poesía 1988-2018, aquí os dejo una reseña del libro que puede ser una buena forma de empezar a conocer al autor.



domingo, 15 de septiembre de 2013

Esperando el "Puente aéreo"

Repaso esta entrada con cierta añoranza en 2023 cuando ya no soy viajero frecuente del puente aéreo Madrid-Barcelona. No es preciso que la poesía sea siempre sea lírica y un poema puede albergar dignamente distintos contenidos, mientras que en la etiqueta lo indique y no llame a engaño. Este soneto con estrambote busca la sonrisa o la complicidad del lector, y no pretende hacerse un hueco en el Parnaso literario, sino reivindicar que los contenidos no tienen que ser siempre trágicos o líricos.


ESPERANDO EL PUENTE AÉREO

Ayer en Madrid —en el aeropuerto—
estuve observando complejas presencias,
la diversidad de las apariencias
que un lugar de paso pone al descubierto.

Un grupo volvía de oír un concierto.
Un hombre, con cara de pocas vivencias,
contemplaba absorto suaves transparencias
de hermosas señoras con escote abierto. 

Un viejo dormía. Un niño lloraba.
Un ejecutivo llamaba a su empresa,
y luego a su amante a la que citaba

diciendo: hay pernocta, ¿qué tal la sorpresa?;
mientras, de reojo, a otra controlaba

de aspecto imponente, toda una tigresa.

Y hay quién, como yo, va de simple oyente,
pensando: otro día esperando el puente.

Letanías de un voyeur. 
Pensando en ti y en vosotras.
Ricardo Fernández Esteban ©


Adenda de marzo de 2023: Aquí encontraréis más información de "Pensando en ti y en vosotras" y de como conseguirlo en Amazon en papel o en digital.



sábado, 7 de septiembre de 2013

Guillermo Carnero. La tempestad


Dice un crítico acerca de la poesía de Guillermo Carnero (Valencia, 1947): Se caracteriza por el hermético culturalismo de sus referentes y la metapoesía. Muy compleja, se desarrolla en forma de espiral, profundizando a lo largo de cada título sobre unos mismos problemas y fundamentalmente sobre el tema de la muerte.

Puede ser. Yo prefiero dejarme llevar por buenas sensaciones estéticas del poema, pero me es difícil relacionarlo racionalmente con el cuadro de Giorgione al que está dedicado. ¿Qué pensáis, debe el autor ayudarnos con explicaciones sobre la relación entre texto e imagen o nos toca a los lectores imaginar un escenario e interpretar el significado?


LA TEMPESTAD (Giorgione)

Una paloma en llamas aparece
de súbito. Desgarra incandescente
la daga las pupilas del halcón.
Escamas plateadas, coseletes
de púrpura, la pluma de airón barre
el oro y el azur. Desnúdate
bajo la verde bruma de este sauce
y serás fácil presa para el rayo.
Desnudos son los árboles, desnudos
los juncos en el río. Ruedan blancos
nenúfares cortados, aletea
áca y allá la espuma. Entre la fronda
emergen las luciérnagas, pupilas
que temen a la luz. Cae una gota
sobre el helado filo de las lanzas.
Emergen en el mar, sobre tu piel,
puñaladas de frío. Si las ramas
te acosan, si las víboras descienden
a la sedosa curva de tu pecho,
si atenaza tus sienes una hilera
de vírgenes corolas, mercuriales
y cítisos azules, no liberes
el nácar de tu pie. Pronto, en lo oscuro,
teñirán los fulgores de la antorcha
el roce de la seda.
Rugirán a los cielos las gargantas
abrasadas de sangre. Los arroyos
lavarán los sangrientos cortinajes
y el cálido plumón pisoteado.
Un concierto de garras y zarcillos
ambiciona tu cuerpo.
                                          Los laureles
gotean, y en el tibio sol retozan
blanquísimos caballos, con guirnaldas
de flores en la grupa.


Guillermo Carnero. Dibujo de la muerte (1967)



Analizar poema y cuadro, y ver sus puntos de conexión o de inspiración, puede ser un buen ejercicio para interpretar el significado del texto. Si os animáis, os propongo realizarlo conjuntamente para intercambiar nuestras experiencias. 

Para facilitar el ejercicio anterior, os dejo un vídeo donde Guillermo Carnero comenta y recita su poema "El embarque para Citerea", relacionado con el cuadro del mismo nombre de Jean Antoine Watteau y la imagen de ese cuadro. Así sabréis lo que opina el poeta y lo oís en su muy buena voz, lo que siempre acerca más a un texto poético.



"El embarque para Citerea" de Watteau

Por si queréis documentaros, os dejo un enlace a la tesis doctoral de María Torres Badía, titulada Introducción a la obra poética de Guillermo Carnero (1967-2002). De dibujo de la muerte a Espejo de gran niebla.  Y una conexión al espacio de Carnero en Cervantes virtual con una antología de sus poemas y amplia información sobre el autor. Si buscáis un resumen de su obra podéis consultar su perfil en wikipedia.

sábado, 31 de agosto de 2013

Cuando el día ya sea casi noche...

Normalmente mis versos no suelen tratar de temas tristes, pero éste salió así con la dura pregunta de si tenemos que tomar las decisiones difíciles cuando aún podemos, no sea que luego ya no recordemos de que desearíamos. 



CUANDO EL DÍA YA SEA CASI NOCHE…

Cuando ya no recuerde ni el sabor de tus besos
ni el tacto de tu piel, amada mía,
cuando llegue ese día
de pensamiento fútil  y quebradizos huesos,

en que ya casi es noche y el futuro es presente,
si observas que te miro y mi mirada
se pierde por la nada
y mi rostro denota una expresión ausente,
 
te pido que te vayas, no quiero preguntarme
cómo se llama el ángel que me cuida
en lo que ya no es vida.
No me digas que no, déjame que me alarme

cuando puedo sufrir pensando lo que quiero,
que luego no sabré ni ser sincero.

Ricardo Fernández Esteban ©


Este poema es un soneto polimétrico con versos de 7, 11 y 14 sílabas y con estructura inglesa, o sea tres cuartetos de rima independiente y un pareado final. Pero aquí lo importante no es la forma, sino si he conseguido transmitiros, más que palabras, sentimientos.

Como un poema debe ser más que un texto, aquí me tenéis recitándolo, a partir de los 42 segundos de este vídeo.


Adenda de 2023: Este poema está incluido en mi libro "Pensando en ti y en vosotras” en que el narrador recuerda a las mujeres reales o imaginarias que han cruzado por la senda de su vida. Aquí lo podéis conseguir en Amazon en papel y en digital. Si lo adquirís, espero vuestros comentarios, la publicación de un libro ha de ser un camino compartido por autor y lector.




sábado, 24 de agosto de 2013

Justo Navarro. Septiembre y Rectificación...

Justo Navarro (Granada, 1953) publicó dos libros de poemas en los años 80's y después mantuvo un silencio poético de más de 20 años hasta 2010 en que publicó otro poemario. Este intervalo nos servirá para comparar una obra de cada época. Mientras tanto ha seguido vinculado a la literatura como novelista, traductor, articulista y crítico literario.


SEPTIEMBRE

Una linterna en alto: la rosa claridad
de la lona encendida
de los toldos. Llegabas. Dibujaba una herida
tu lengua en mi costado. Nos daba su piedad
el tiempo: era una nieve, casi paladeable,
de película muda.
¿Recuerdas el frufrú de la carne desnuda
en el jardín? Calmaba como la confortable
dulzura de saber que la vida es en vano,
y los placeres, lábiles.
Disfrutaban los cuerpos -desentendidos, hábiles-
de la indolencia leve del final del verano.

Justo Navarro. Un aviador prevé su muerte (1986)


RECTIFICACIÓN, REENCUENTRO, INFALIBILIDAD

No volveremos
a vernos. Bueno, si volviéramos
a vernos, es probable que no fuéramos
nosotros, dijo. Entonces
murió y resucitó,
pero imperfectamente.
Te diré -me decía y con un dedo
quitaba el polvo de la lámpara, una
mosca miraba con
ojos de comisario- por qué olvido
a las personas: para
olvidar los errores que cometí con ellas.
No existen las personas,
los errores no existen.

Justo Navarro. Mi vida social (2010)


Aquí os dejo un enlace a 4 poemas de su primera época y a un artículo que se publicó en el suplemento literario de El País, Babelia, cuando apareció su último poemario Mi vida social 


Adenda de noviembre del 2020: El 2016 Justo Navarro ganó el premio Andalucía de la Crítica con su novela Gran Granada y sigue publicando en ese género literario. No tengo noticias de que haya publicado nuevos poemas, pero el pasado año apareció su antología "33 poemas" (1976 - 2010). Aquí os dejo un vídeo de la presentación de este libro.



 

sábado, 17 de agosto de 2013

Juan Meléndez Valdés. El gabinete.

Juan Meléndez Valdés (Ribera del Fresno, Badajoz, 1754; Montpellier, 1817). Un buen representante de la poesía del XVIII que fue muy famoso en su época, pero que ha caído olvidado como casi toda la poesía de ese siglo. Para recordarlo he escogido estos heptasílabos arromanzados, que Luis Alberto de Cuenca denomina "joyita del fetichismo militante" (¿por su suave erotismo?) y en su edición de Las cien mejores poesías de la lengua castellana (Austral, 1998)



















EL GABINETE


¡Qué llama por mis venas
discurre!¡En qué delicias,
en qué fragante aroma
se inunda el alma mía!
Éste es de Amor el templo.
Doquiera que la vista
vuelvo, mil muestras hallo
del numen que lo habita.
Del tocado las plumas
de un lado... Allí la cinta
que en torno del gracioso
rizado en arco gira.
Del cuello allá las perlas
enhiesto... la cotilla...
y en ella de sus pechos
la huella peregrina.
Besadla, oh venturosos
labios... Mas extendida
la gasa que importuna
lo cubre, allí se mira...
¡Oh, gasa!... ¡qué de veces!...
El lecho... Ven, querida,
ven, llega, corre, vuela
y mi impaciencia alivia.
En todo, en todo te halla
mi ardor... Tu voz divina
oigo feliz... Mi boca
tu dulce aliento aspira.
¡Oh, cuánto, Galatea,
padezco!... ¡Cuál palpita
mi pecho!... ¡En qué zozobras
mi espíritu vacila!...
Si en sólo imaginarlas
me matan tus caricias,
¿qué será...? No, no puedo
bastar a tanta dicha...
Mas ya sus pasos suenan...
Ya llega... ya... y rendida
en mis ardientes brazos
de amor se precipita.
Sostenme, oh blanda Venus,
sostenme, que mi vida
entre placeres tantos
débil sin ti peligra.

Galatea o la ilusión del canto. VII. Juan Meléndez Valdés

Esta versión procede de un borrador y difiere de la edición impresa recogida en el enlace inferior a su obra poética.

Os adjunto más información sobre el autor y su obra poética: Biografía y bibliografía. Y acceso a su Obra poética (1820), según la edición de Emilio Palacios que nos ofrece la Biblioteca Virtual Cervantes: Tomo I y Tomo II