La falta de tiempo y los agobios no dependen del tiempo que se tiene, todos tenemos el mismo, sino de las obligaciones y de las devociones que nos buscamos. No creo que sirva de mucho hacer "exámenes de conciencia" en busca de soluciones, pero por si acaso me autoexamino y os lo escribo en verso. Ya veremos si iba en serio o solo era por hacer mano.
EXAMEN DE CONCIENCIA
ante la obligación —que no la devoción—
de hacer público un verso a la semana,
De pronto, me reboto y me pregunto:
¿por qué esa prontitud?;
y es que un poema no debería escribirse
como un artículo de prensa a fecha fija.
Entonces hago examen de conciencia,
por ver si en todas mis actividades
voy igual de agobiado, cosa mala
cuando ya liberado —más por mayor que rico—
trabajas por placer, no por cobrar.
Y caigo en cuenta que es verdad, y es grave
el saltar de oca en oca sin disfrutar del juego,
sin el "dolce far niente" en que asimiles
los nuevos inputs, que desbordan mi mente.
Ante tal maremagnum, y temiendo al naufragio,
decido priorizar y autodoctrino:
"Distingue entre lo urgente y lo importante,
no es elástico el tiempo
y si te obstinas en cubrirlo con urgencias
no vas a acabar nunca lo que importa de veras".
Pero es sólo un instante, porque al pronto
vuelve el desequilibrio y soy feliz.
Bendito es el desorden y las prisas,
que para orden y calma tendré la eternidad.
Ricardo Fernández Esteban ©
Estas vuelaplumas presumen de escribirse rápidas e inspirarse en lo que me rodea, aunque no os fiéis demasiado porque el poeta tiene muchas licencias, entre ellas —decía Pessoa— la de gran fingidor. Aquí tenéis las que he ido colgando últimamente . Os dejo con unas imágenes de felices agobios.