Llegan los tiempos navideños y con ellos el poema que dedico cada año a mis amigos y conocidos. No intenta ser un poema al uso y este año está mediatizado por esta pandemia que nos ha hecho replantearnos muchas cosas. Como siempre, puede pecar de utópico, pero estoy seguro de que si hay pecados, la utopía no estará en el catálogo.
POEMA DE NAVIDAD, 2020
En esta cura de humildad de descubrir que la fragilidad del hombre es mucha, quien se creyó que dominaba al mundo ha sido golpeado por algo microscópico, que se duda posea vida propia, pero es capaz de eliminar la ajena. En este año atípico y difícil, las navidades lo van a ser también.
En mis poemas, hablando de estas fiestas, he criticado mucho al consumismo y otros “ismos”, y a las falsas y buenas intenciones que se quedan en poco, en fuegos de artificio que se queman sin lumbre, sin hogar que reúna toda la raza humana, sin conseguir pasar de palabras a hechos.
Pero este año difícil, reconozco que añoraré las fiestas familiares, y el brindar con amigos cuando se acabe el año. En este año difícil, cuando no estemos juntos, ni compartamos uvas, ni cava, ni turrones, y los besos y abrazos no puedan ser reales, este año las promesas serán mucho más firmes.
Cuando le has visto al virus las múltiples orejas, piensas en lo que importa, y en que la vida es breve y no vale la pena quemarla en tonterías. La lucha será dura y también será larga, pero se hace camino soñando en el destino; si no alcanzas la meta no debes preocuparte, esto es una carrera de relevos, busca otro corredor y cédele el testigo.
Rafael Montesinos (Sevilla, 1920 - Madrid, 2005) puede definirse como un poeta sevillano y bequeriano. Tiene una amplia obra desde Balada del amor primero (1944) a La vanidad de la ceniza (2005), esta última publicada poco antes de su muerte. Dejemos hablar a los versos del poeta.
MADRIGAL DE INVIERNO
Ciudad clara, serena, ¿por qué, dime, me estás mirando ahora con tu rostro más triste? Si tan felices juntos fuimos siempre, ¿por qué me dejas aterido, a oscuras el luminoso pasear de entonces?
Déjame que te limpie esas lágrimas tuyas, esa lluvia, ciudad mía, amor mío tan lejano. Una caricia tuya bastaría para salvarme, el roce de un recuerdo, los jardines aquellos, las palmeras meciéndose en la brisa, a la orilla del río traicionado. Un silencio de luz me bastaría; aunque invernal y triste, sigues siendo la más bella de todas.
Muéreme tú, pues yo no sé vivirme lejos de ti, y aunque sea entre lágrimas —borrosa de jardines y palmeras—, ya que llueves así, mírame al menos.
De la niebla y sus nombres (1985). Rafael Montesinos.
YO ESTOY SOLO EN LA TARDE
Yo estoy solo en la tarde. Miro lejos,
desesperadamente lejos. Quedan
por el aire las últimas palabras
de los enamorados que se alejan.
Las nubes saben dónde van, mi sombra
nunca sabrá dónde el amor la lleva.
¿Oyes pasar las nubes, dime, oyes
resbalar por el césped mi tristeza?
Nadie sabe que amo. Nadie sabe
que si llegó el amor trajo su pena.
Yo estoy sólo en la tarde y miro lejos.
No sé de dónde vienes a mis venas.
Te me vas de las manos, no del alma.
Nos separan montañas, vientos, fechas.
El amor, cuando menos lo pensamos,
se nos viste de ausencia.
Estoy en soledad. Miro a lo lejos
oscurecer la tarde y mi tristeza.
Estoy pensando en ti y estoy pensando
que acaso en soledad también me piensas.
Rafael Montesinos.
Montesinos fue un gran sonetista, aquí tenemos una muestra:
QUIÉN
¿Quién me dio este país y este momento
transitorio de un siglo a la deriva?
¿Quién me puso en la frente pensativa
esta alegría y este sufrimiento?
¿Quién dejó entre mis labios este acento
de dolor? ¿Quién me tiene en alma viva?
¿Quién decretó a la dicha fugitiva?
¿Quién al dolor -¿por qué?- lo hizo tan lento?
El alma hacia los cielos se dirige,
velocísimamente enamorada,
descarnada del cuerpo que la rige.
Pero el amor, de pronto, da la vuelta,
y el alma da en el pecho alicortada.
yo no sé quién me tiene y quién me suelta.
País de la esperanza (1955). Rafael Montesinos.
Os recomiendo este artículo de José Ángel Cilleruelo sobre La poesía de Rafael Montesinos y en A media voz podéis encontrar una antología de sus poemas. Siempre insisto en la importancia de la trasmisión oral de la palabra poética y en el Archivo Audiovisual de la ACEC encontramos una entrevista y al poeta recitando 19 de sus poemas, aquí tenéis como muestra el anterior soneto Quién. Estos vídeos se grabaron en 2002 y la voz del poeta estaba un poco deteriorada, pero siempre es bueno escuchar la obra de labios del autor.
Por suerte, tenemos los poemas de Montesinos recitados por dos magníficos rapsodas Enrique Gracia Trinidad y Andrea Navas, y al ver el vídeo descubro que recitan dos de los poemas anteriores Quién y Yo estoy solo en la tarde entre 3'30" y 5'50". En un auténtico lujo escuchar los poemas en sus voces, además Enrique es un gran poeta al que le dediqué una entrada en este blog
Me despido con una de las magníficas Soleás de Montesinos:
Lo de Dios ni Dios lo entiende,
que al par que nos da la vida
le pone fecha a la muerte.
Y solo me queda recordaros que a un autor se le lee mejor en sus libros que en algunos poemas sueltos.
Los poemas críticos de temática política siempre son complicados, porque los seguidores del criticado se lo toman a mal. Pero este no querría ser un poema de contenido político sino ético, se puede ser conservador, liberal o socialista, pero creo que en política por encima de todo se debería ser ético, y hasta estético por aquello de las formas. Y en este aspecto si que deberíamos estar de acuerdo que Trump no ha sido ni lo uno ni lo otro.
HABEMUS PRESIDENT
“Habemus President”, “Fumata blanca” en esa extraña América que Europa no acaba de entender, se nos atranca la forma de pensar con que esa tropa
ha estado a punto de elegir a un tipo arrogante, que miente cual bellaco, que se salta las normas del equipo, que acosa a las mujeres, que es opaco
en ingresos, que burla los impuestos, que desprecia al rival, que es prepotente…; resumiendo, un compendio de los gestos que nunca ha de mostrar un Presidente.
Esto da que pensar, pues las razones no cuentan, si se enfrentan a emociones.
Ya sabéis que creo que no hay que constreñir a los poemas al género lírico y que también pueden y deben transmitir contenidos éticos, políticos, humorísticos o de muchos temas más. A mí particularmente me gustan los de contenido ético político serios como estos o más satíricos como estos otros.
José María Micó (Barcelona, 1961) es poeta, filólogo, traductor, catedrático de literatura y músico. Su obra es poliédrica y amplia, su última aportación poética a sido la traducción de "La Comedia" de Dante en magníficos versos endecasílabos blancos, sin duda la mejor traducción de esta obra junto con la que efectuó hace 40 años Ángel Crespo en tercetos rimados. Pero vamos a centrarnos en la poesía original de José Mª Micó:
MUCHACHA VIEJA
Muchacha, ven aquí. Voy a decirte lo que nunca te han dicho, voy a hacerte lo que jamás te han hecho, lo que nadie sino yo puede hacerte, porque yo estuve el dieciséis de enero abrazado a otros ojos y eran los tuyos los que merecía. Los ojos que tenías cuando solo eras tú, larva a la espera de animosas alas, ansiosa por cambiar los libros de aritmética por la ciencia aplicada de la vida. Fíjate, es hoy el primer día, parece que habrá tiempo para todo y tus padres te ponen alambres en la boca y un profesor de inglés para el futuro.
Y yo me aproveché de tu inocencia. Mejor que tú sabía lo que inventan las piernas cuando las bocas queman y mueren de deseo como peces sin aire, como aquel pez sin sombra que en los sueños brilla como una llama, arde como en los sueños arde el agua. Mejor que tú sabía las posibilidades de una alcoba, las consecuencias de una noche en vela, la maldición de una promesa en falso...
Y estoy mirando ahora tu cabeza perfecta. Al tocarla percibo que el pez de la ilusión sigue brillando y de puro brillar ya se consume, dejando en la penumbra los desperfectos de mi anatomía. Tú también has crecido, muchacha vieja, y hoy te he citado para confesarte que me vales así, deteriorada y todo, porque así te tomé, porque sabía que tu esplendor de las primeras noches iba cargado con tu podredumbre.
Y he de volver al baile una noche más negra, cogerte una vez más por la cintura, ecuador de otro mundo, mundo creado y brote de otro mundo, descerrajado vientre del que salen otros viejos más viejos que nosotros y acuden a la luz como polillas. A la luz engañosa que nos pide: salid a respirar, venid y respirad con otros seres, que es vida lo que veis.
Vieja muchacha, ven, no tengo nada que tú no tengas, salvo el modo extraño con el que digo y hago este poema.
José Mª Micó (de La sangre de los fósiles. 2005)
Como suelo repetir, indagando en la obra de un buen poeta siempre aparece algún buen soneto. Este está dedicado a Joaquín Sabina por su libro de sonetos "Ciento volando"
PÁJARO EN MANO
Tras el naufragio de mis soledades, cuando el tiempo nos da los malos días y se acaba el alcohol en las ciudades, lleno el vaso de roncas melodías
y escucho sin parar a aquel andoba que algunas veces vive y otras veces nos invita a deshoras a su alcoba y apura el corazón hasta las heces;
que antes de hacerse al mar quema las naves, que huele las espinas de las rosas y se ilusiona con las ilusiones;
porque quiero una copia de esas llaves que encierran las mentiras más hermosas en la pura verdad de sus canciones.
José Mª Micó (de Verdades y milongas. 2002)
Micó tiene una web bien ordenada donde nos muestra su obra poética , así como sus traducciones y ensayos, pero quiero detenerme un momento en su música donde podemos descubrirlo como compositor e intérprete de tangos junto con su mujer Marta. He tenido la suerte de verlos actuar en directo y os lo recomiendo.
En poesía siempre es importante la realización oral del poema, su recitado. En este enlace podéis acceder al archivo audiovisual de poetas de la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña (ACEC). Este es el apartado dedicado a José Mª Micó y podéis encontrar una entrevista y al autor recitando quince de sus poemas. Como muestra aquí tenéis uno de ellos, Muchacha vieja, cuyo texto os he copiado al inicio:
Pero además tenemos la suerte de que José Mª Micó haya musicado este poema y lo cante su mujer Marta Boldú mientras él la acompaña a la guitarra. Una vez más, poesía y canción caminan juntas.
Pero a los poetas hay que leerlos en su contexto. Aquí tenéis sus libros a un golpe de clic. ¡Qué los disfrutéis!
Y recordad que en este enlace de ayuda para navegantes están los distintos apartados del blog con una pequeña explicación
Miguel Sánchez Robles (Caravaca de la Cruz, Murcia, 1957) es catedrático de historia, escritor y poeta. Lo he conocido en la entrega de los premios de poesía de la "Fundación Jesús Serra" en los que ha sido ganador con el poema que os copio. Uno de los objetivos de este blog es difundir a los buenos poetas actuales, como sucede especialmente en este caso. Aprovecho para agradecer a la Fundación Jesús Serra el gran trabajo que está haciendo para difundir la poesía especialmente entre los jóvenes con recitales en los colegios, y categoría infantil y juvenil en sus premios.
A VECES VEO BRILLAR LOS OJOS DE MI MADRE
I
Mamá, un instante en la sed fue tu existencia y ahora huele mucho a incendios que se comen el monte por la noche.
Me acuerdo, mamá, del día en que viniste del mercado con una bolsa llena de peces tranquilos.
Si estuvieras aquí, si vivieras, mamá, me acostaría a tu lado como se acuesta un perro para verte vivir y me estaría así siempre: como en los terremotos los móviles de los muertos siguen sonando bajo las ruinas eternas.
II
Mamá, todas las cosas tristes vinieron tras tu muerte y las locas palabras del dolor y la nada vinieron tras tu muerte y el sentido de mi vida suda ahora de miedo en la oscuridad de las habitaciones vacías, pero no siento lástima, yo ya no siento lástima porque fui entrenado para correr hacia un cable de alta tensión, para decirle al viento: ¡Venga, vamos a olvidar que la vida es muy triste! ¡Venga, vamos a rescatar cadáveres de pan en los aljibes! ¡Venga, vamos a imitar todos a esos jóvenes rubios que se van a los parques por la noche y vomitan debajo de los árboles y le rompen el sueño a los gorriones, a esos muchachos núbiles que están en todos partes y no creen en la muerte, y no creen en la muerte!
III
Mi madre me enseñó a acariciar el pelo, saber besar el pan y a persignarme con las manos enteras manchadas de merienda. Te recuerdo, mamá, toser ceniza púrpura y recuerdo también las semillas sin peso que vuelan en la luz y cómo las mirábamos sentados en el porche surcando por el aire de los bellos veranos de mi infancia. Y recuerdo a una monja tejer sudarios grises y en su rostro una leve sospecha ensimismada de que la vida ocurre inútilmente.
IV
A veces veo brillar los ojos mi madre. Mi madre tan enferma que se murió muy joven, mi madre junto al mar, mi madre en los quirófanos, tan frágil y sublime como un mirlo temblando entre la nieve, mi madre y el perfume de los ángeles.
Así es como la vida se llena de tristeza. Mi madre amortajada. Los ojos de mi madre. Mi madre y esa manía que tienen las cosas de agarrar siempre polvo. Mi madre y esa serenidad que hay en los ojos de las reses.
El dolor y el recuerdo son una misma llaga que tiembla en mi garganta.
Si vieras, mamá, se curaría toda esa sed de Dios que hay en las cosas.
Miguel Sánchez Robles
Aquí tenéis al autor recibiendo el premio del concurso de la Fundación Jesús Serra y recitando el anterior poema que, como os he dicho, ha sido el ganador de la edición de este año.
(act 21-VII-24)Julia Uceda (Sevilla, 1925 - Ferrol, 2024) acaba de fallecer a los 98 años de edad. Fue una gran poeta con más de sesenta años de fructífera trayectoria, ganadora en 2004 del Premio Nacional de Poesía y en 2019 del Premio Lorca de Poesía Ciudad de Granada. Vamos a leer varios de sus poemas y la podremos escuchar recitando algunos.
Este poema es de su primer libro publicado en 1959:
LA EXTRAÑA
Siempre fui una extraña.
A veces me creía de la mano de todos,
entre luces y sombras,
mi voz entre las voces.
Una amistad de corazón de pájaro
empapaba mis manos.
Y de pronto las cosas me volvieron la espalda,
dejándome en el centro de una luz
tan pálida, tan fría…
como de huesos.
Como peces recién muertos.
Temblaba allí. Miraba
el detrás de las cosas, las nucas, las espaldas,
los talones extraños,
el confuso revés de las sonrisas,
el secreto más triste y polvoriento
que nadie se confiesa. No podía
salir de aquella luz en la que nada
parecía – ni era – como antes.
¿Por qué yo?
Se me helaban
los labios de tristeza.
¡Si existiera
sin mirarme existir!
Tal vez para tan poco…
Cuando de nuevo la luz se hacía
y mi cuerpo giraba de la mano de todos,
entre luces y sombras,
mi voz entre las voces,
un lejano recuerdo me oprimía.
Sigo siendo una extraña.
Julia Uceda. Mariposa en ceniza (1959)
En este vídeo la autora nos recita este poema y, antes, nos cuenta como fueron su juventud y sus inicios poéticos.
El siguiente poema que he escogido no pertenece a ninguno de sus poemarios y está recogido en "El viento hacia el mar" una antología publicada en 2002 por la que recibió en Premio Nacional de Poesía
DRIVING
Me pregunto si alguien, alguna vez,
podrá imaginarme, como yo no puedo,
formando parte de estos bosques, en los que no pienso,
de este mar, que a veces ignoro y del que huyo, a veces -driving and driving and driving alone-: necesito
en otra lengua porque su sonido
pone el punto de soledad, de aislamiento, mejor,
a las tres partes: mujer en un coche, bosques, mar.
Siempre creo estar en otra escena
Y encuentro mi lugar en la que ya he perdido. Y eso significa
tal vez, que nunca estoy en parte alguna.
Pero alguien,
alguna vez, supongo con excesivo optimismo
sobre el valor posible de unos cuantos poemas, tendrá curiosidad
por saber cómo fui. Y pintara un atractivo cuadro si contempla
los hermosos paisajes que me acogieron
y que tan fielmente, aunque ya perdidos,
se pueden entrever en toda mi escritura.
Puede que el conjunto resulte hermoso.
Me gustaría verlo, pero será imposible.
De todos modos, quiero hacerle un favor al curioso futuro:
nada estará completo si se olvida
-driving and driving and driving alone-
de este verso extranjero.
Como suelo decir, en la obra de un gran poeta, derive por donde haya derivado su estilo, suele haber en alguna época como mínimo un buen soneto. En este caso he encontrado este:
RAÍCES
Si ya soy una vela estremecida
colmada por tu viento. Si has llegado
al último escalón. Si me has tomado
por la raíz más honda y más henchida.
Si yo soy ya tu colmo y tu medida
y estás dentro de mí, secreto, hallado.
Si ya sobre la frente me has soplado
para hacerme vivir, ciega y ardida,
antes de irte rompe mis raíces.
Quiero que las arranques, que las trices
al alba con tu mano firme y fuerte.
De no hincarse en tu tierra poderosa
no quiere mi raíz ninguna cosa
si no es andar y andar hacia la muerte.
Julia Uceda
Para ampliar la visión de la obra de Julia Uceda os dejo unos enlaces:
Pero sigo pensando que la voz y la explicación del autor es muy importante para la recepción de su obra. En este caso, tenemos los vídeos que grabó la ACEC (Asociación Colegial de Escritores de Cataluña) en 2005, donde responde a una entrevista y recita y comenta once de sus poemas de sus distintos libros.
En el Archivo Audiovisual de la ACEC se conservan más de mil videos de más de cien poetas españoles, grabados en el último cuarto de siglo, y os recomiendo encarecidamente su visión ya que hay auténticas joyas poéticas.
Volver a Folégandros siempre es una fiesta. La pequeña isla en medio del Egeo mantiene un encanto especial, a pesar de que el turismo la cerca y la convierte en demasiado multitudinaria. Este año, a causa de la pandemia, la isla está inusualmente vacía sín las aglomeraciones de los últimos tiempos. Pero no creo que eso nos deba alegrar, porque el motivo es nefasto; hay cosas que no tienen vuelta atrás, y la prefiero más llena y sin pandemias.
¿QUÉ FUE LO QUE ME ATRAJO DE FOLÉGANDROS?
¿Qué fue lo que me atrajo de Folégandros?
¿El recorrer la Jora que no tiene peldaños, la de las siete plazas entre viejas capillas donde cenas y compartes las copas con las flores y estrellas?
¿O fue el Kastro, el castillo habitado, el de la calle-patio y estrechos pasadizos del tiempo detenido e historias de piratas, que tiene por muralla la roca vertical?
¿O esa bahía a la que llaman “la estación de los barcos”, donde conviven veleros, ferrys y bañistas frente a la casa blanca que está rozando el agua y la luna que crece con su estela en el mar?
¿O el blanco monasterio que preside la Jora en la colina, junto al acantilado, con su largo camino de zigzags y escalones desde donde contemplo como se oculta el sol?
¿O el resto de la isla cuajada de bancales en la que ves azul a babor y a estribor, y donde todavía encuentras “kalderimia” con burros que transportan la vida en sus alforjas?
Supongo que sumé algo de cada cosa en los lejanos tiempos de ser bisoño en islas, de descubrirlo todo porque sabía muy poco. Luego “Fole” se fue turistizando, yo repetí visitas y comencé a sentirla de forma diferente, aunque tengo por ella un enganche especial que siempre la sitúa en mi póker de ases.
Este año es distinto, el miedo y la pandemia han dejado a la isla con mucho menos público y vuelve la visión de los tiempos pretéritos, sin aglomeraciones ni en su calles ni playas. Por una vez, quizá deba ser cierto
que “del mal surge el bien”, pero no, eso no es cierto, la prefiero normal
y me sería muy triste dar por buena esta imagen antigua que nos muestra Folégandros.
Las Joras (χώρες) son las pequeñas capitales de las islas, de calles y casas blancas, normalmente escalonadas (excepto la de Folégandros) y situadas sobre alguna colina para defenderlas de los antiguos piratas. Los Kastros son los castillos o zonas amuralladas que presiden las Joras y que han sido reconvertidos en viviendas. El puerto de Folégandros σe denomina Karavostasis (Καραβοστάσης) que en griego significa "estación de barcos". Se denomina kalderimia (καλδερίμια) α los antiguos caminos de herradura empedrados que recorren las islas.
Este poema es mi pequeño homenaje a esta isla a la que he vuelto muchas veces desde la primera vez que la visité hace dieciséis años. En esa primera visita ya le dediqué un poema a "Folégandros" y otro unos años más tarde "A pesar de mis quejas, no se está nada mal aquí en Folégandros" . Los años pasan y se va aumentando el inventario de islas, pero algunas dejan un poso especial en nuestros recuerdos y en los deseos de repetir. Aquí tenéis unas cuantas fotos para abrir boca
La Panagía que preside la Jora
La calle-patio del Kastro
Karavostasis
Una de las 7 plazas de la Jora
Unas capillas en Galifos
Aghios Nikolaos
Vista general de la Jora
Estos poemas están incluídos en mi libro "Por las islas griegas" , revisado y ampliado en 2023, que recoge más de 25 años y más de 70 islas visitadas, con mis anotaciones sobre los lugares y establecimientos que prefiero. Aquí lo podéis conseguir en Amazon; si preferís las librerías físicas, hay ejemplares en Altaïr (Gran Vía 616, Barcelona).
Mi blog "La palabra es mágica" acaba de cumplir 10 años y no me puedo quejar del éxito, ya que contabilizo casi 900 mil visitas. Pero una cosa es la queja y otra la reflexión crítica, imprescindible para que el viaje continúe y patrón, artistas invitados y visitantes compartamos bien las singladuras de esta nave poética. Y como no puede ser menos, le dedico un poema al blog tomando como referencia el que le escribí cuando cumplió su primer lustro.
MI BLOG CUMPLE 10 AÑOS
En este mes el blog celebra cumpleaños; diez he dejado por la popa y por proa nos quedan los que el viento, que vosotros sopláis, vaya impulsando al barco. Complejos son los mares, pues las redes nos dan la subsistencia y a la vez pueden trabar el rumbo del timón. Se impone el valorar riesgos y beneficios: impedir dependencias, pero no renunciar a que los versos crucen el mundo en un segundo.
Sigo mi travesía y voy levando anclas al ritmo que me impongo, algo más lento, y una vez por quincena, como mínimo, dejo una nueva entrega, sea propia o ajena. Ya son casi quinientas singladuras y he tenido la suerte de compartir la caña con muchos que admiraba, mis maestros, y otros que descubrí navegando los mares que nunca había surcado. Espero que esos bordos, traveses y empopadas en buena compañía me contagien el ritmo que tensa bien las velas de las palabras mágicas y transmuta la prosa en poesía.
No todo han sido “flores y violines”, hay pocos comentarios, es difícil que las visitas participen enriqueciendo el viaje con sus críticas; son tiempos de otras redes en que mola lo fácil y la respuesta rápida. En cambio, conversar en la bitácora requiere calma, reflexión y razonar respuestas. Pero eso es lo que hay y nunca sabes a quienes no interesas, por más que reiteres que el undécimo dicta el nunca molestar.
Rozar las novecientas mil visitas, aunque me enorgullece, tiene su lado oscuro, el de quienes pensaron: ¡vaya plomo, ya está otra vez mandando poesías!, pero por no posicionarse se callaron. Ante la disyuntiva, corro el riesgo: no hay viaje sin borrasca, ni pesca sin escollos, y no divisas Ítaca si no sales de casa; que quien quiera bajarse de esta nave puede hacerlo tranquilo y tan amigos.
Si habéis llegado aquí, al final de estos versos, sois mis lectores fieles, mi soporte, y a todos os abrazo en nombre de mi blog, que busca seduciros con el lema: "la palabra poética es el arte de magia que logra transformar sonido en sentimiento".
En un blog los contenidos son importantes, pero también lo es cómo y dónde se exponen. He intentado ser ordenado y facilitar la consulta de todas las entradas de estos años, por ello el blog dispone de índices y en esta página de Ayuda para navegantes os explica con detalle sus diferentes apartados. Unas 250 entradas de poetas, 200 poemas míos y 20 páginas temáticas requieren un poco de orden en la búsqueda.
Gracias a todos los que me habéis acompañado, porque esta viaje sin vosotros no habría tenido sentido.
Ángel González (Oviedo, 1925 - Madrid, 2008) es uno los grandes poetas de la segunda mitad del siglo XX. Dice Almudena Grandes "su poesía es pura y desnuda, desprovista de retórica, de retruécanos, de efectismos intelectuales y que es la voz de un hombre que supo vencer a la derrota (...) unos versos que supieron encontrar el camino de la dignidad, un perfecto equilibrio entre la denuncia de una realidad odiosa y una irreprochable calidad estética (...)" Comprobémoslo dejando hablar al poeta en sus versos.
SIEMPRE LO QUE QUIERAS
Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo
-pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.
Ángel González. Breves acotaciones para una bibliografía (1971)
YA NADA AHORA
Largo es el arte; la vida en cambio corta
como un cuchillo
Pero nada ya ahora
-ni siquiera la muerte, por su parte
inmensa-
podrá evitarlo:
exento, libre,
como la niebla que al romper el día
los hondos valles del invierno exhalan,
creciente en un espacio sin fronteras,
ese amor ya sin ti me amará siempre.
Ángel González. (Deixis en fantasma) (1992)
Por último, copio uno de sus sonetos, porque como siempre digo en el cajón poético de un buen poeta, sea su verso más o menos libre, siempre suele haber un buen soneto.
Pero os recomiendo especialmente el Archivo audiovisual de poetas de la ACEC , archivo que recoge más de 1500 vídeos donde 108 poetas españoles son entrevistados y recitan sus poemas. En este archivo encontraréis un vídeo entrevista de 2005 donde Ángel González habla de su poesía y de sus influencias, y otros donde recita once de sus poemas que comenta brevemente.
Aquí lo tenéis recitando el poema Ya nada ahora, cuyo texto he colgado antes.