Como os he dicho en general la obra poética de Jesús Royo es satírica, pero es difícil encontrarla. Que yo sepa, ni la ha publicado en ningún libro ni mantiene un blog, y sólo circula por algunos caminos restringidos de la red en la que van apareciendo sus sonetos satíricos. Aquí tenéis como muestra algunos sonetos de Jesús Royo de 2014 junto con la noticia que los inspiró.
Bitácora poética de Ricardo Fernández Esteban. "La palabra es mágica", porque tiene el poder de transformar sonidos en sentimientos.
domingo, 20 de diciembre de 2020
Jesús Royo. Sonetos de Navidad
Como os he dicho en general la obra poética de Jesús Royo es satírica, pero es difícil encontrarla. Que yo sepa, ni la ha publicado en ningún libro ni mantiene un blog, y sólo circula por algunos caminos restringidos de la red en la que van apareciendo sus sonetos satíricos. Aquí tenéis como muestra algunos sonetos de Jesús Royo de 2014 junto con la noticia que los inspiró.
lunes, 14 de diciembre de 2020
Poema de Navidad, 2020
Llegan los tiempos navideños y con ellos el poema que dedico cada año a mis amigos y conocidos. No intenta ser un poema al uso y este año está mediatizado por esta pandemia que nos ha hecho replantearnos muchas cosas. Como siempre, puede pecar de utópico, pero estoy seguro de que si hay pecados, la utopía no estará en el catálogo.
POEMA DE NAVIDAD, 2020
En esta cura de humildad de descubrirque la fragilidad del hombre es mucha,
quien se creyó que dominaba al mundo
ha sido golpeado por algo microscópico,
que se duda posea vida propia,
pero es capaz de eliminar la ajena.
En este año atípico y difícil,
las navidades lo van a ser también.
En mis poemas, hablando de estas fiestas,
he criticado mucho
al consumismo y otros “ismos”,
y a las falsas y buenas intenciones
que se quedan en poco,
en fuegos de artificio que se queman sin lumbre,
sin hogar que reúna toda la raza humana,
sin conseguir pasar de palabras a hechos.
Pero este año difícil, reconozco
que añoraré las fiestas familiares,
y el brindar con amigos cuando se acabe el año.
En este año difícil, cuando no estemos juntos,
ni compartamos uvas, ni cava, ni turrones,
y los besos y abrazos no puedan ser reales,
este año las promesas serán mucho más firmes.
Cuando le has visto al virus las múltiples orejas,
piensas en lo que importa, y en que la vida es breve
y no vale la pena quemarla en tonterías.
La lucha será dura y también será larga,
pero se hace camino soñando en el destino;
si no alcanzas la meta no debes preocuparte,
esto es una carrera de relevos,
busca otro corredor y cédele el testigo.
¡Felices navidades, aunque sean virtuales!
domingo, 22 de noviembre de 2020
Rafael Montesinos
Ciudad clara, serena,
¿por qué, dime, me estás mirando ahora
con tu rostro más triste?
Si tan felices juntos fuimos siempre,
¿por qué me dejas aterido, a oscuras
el luminoso pasear de entonces?
Déjame que te limpie
esas lágrimas tuyas, esa lluvia,
ciudad mía, amor mío tan lejano.
Una caricia tuya bastaría
para salvarme, el roce de un recuerdo,
los jardines aquellos, las palmeras
meciéndose en la brisa,
a la orilla del río traicionado.
Un silencio de luz me bastaría;
aunque invernal y triste, sigues siendo
la más bella de todas.
Muéreme tú, pues yo no sé vivirme
lejos de ti,
y aunque sea entre lágrimas
—borrosa de jardines y palmeras—,
ya que llueves así, mírame al menos.
YO ESTOY SOLO EN LA TARDE
Yo estoy solo en la tarde. Miro lejos,
desesperadamente lejos. Quedan
por el aire las últimas palabras
de los enamorados que se alejan.
Las nubes saben dónde van, mi sombra
nunca sabrá dónde el amor la lleva.
¿Oyes pasar las nubes, dime, oyes
resbalar por el césped mi tristeza?
Nadie sabe que amo. Nadie sabe
que si llegó el amor trajo su pena.
Yo estoy sólo en la tarde y miro lejos.
No sé de dónde vienes a mis venas.
Te me vas de las manos, no del alma.
Nos separan montañas, vientos, fechas.
El amor, cuando menos lo pensamos,
se nos viste de ausencia.
Estoy en soledad. Miro a lo lejos
oscurecer la tarde y mi tristeza.
Estoy pensando en ti y estoy pensando
que acaso en soledad también me piensas.
¿Quién me dio este país y este momento
transitorio de un siglo a la deriva?
¿Quién me puso en la frente pensativa
esta alegría y este sufrimiento?
¿Quién dejó entre mis labios este acento
de dolor? ¿Quién me tiene en alma viva?
¿Quién decretó a la dicha fugitiva?
¿Quién al dolor -¿por qué?- lo hizo tan lento?
El alma hacia los cielos se dirige,
velocísimamente enamorada,
descarnada del cuerpo que la rige.
Pero el amor, de pronto, da la vuelta,
y el alma da en el pecho alicortada.
yo no sé quién me tiene y quién me suelta.
Lo de Dios ni Dios lo entiende,
sábado, 7 de noviembre de 2020
¡Habemus President!
“Habemus President”, “Fumata blanca”
en esa extraña América que Europa
no acaba de entender, se nos atranca
la forma de pensar con que esa tropa
ha estado a punto de elegir a un tipo
arrogante, que miente cual bellaco,
que se salta las normas del equipo,
que acosa a las mujeres, que es opaco
en ingresos, que burla los impuestos,
que desprecia al rival, que es prepotente…;
resumiendo, un compendio de los gestos
que nunca ha de mostrar un Presidente.
Esto da que pensar, pues las razones
no cuentan, si se enfrentan a emociones.
Ricardo Fernández Esteban ©
domingo, 25 de octubre de 2020
José María Micó
José María Micó (Barcelona, 1961) es poeta, filólogo, traductor, catedrático de literatura y músico. Su obra es poliédrica y amplia, su última aportación poética a sido la traducción de "La Comedia" de Dante en magníficos versos endecasílabos blancos, sin duda la mejor traducción de esta obra junto con la que efectuó hace 40 años Ángel Crespo en tercetos rimados. Pero vamos a centrarnos en la poesía original de José Mª Micó:
MUCHACHA VIEJA
Muchacha, ven aquí. Voy a decirte
lo que nunca te han dicho, voy a hacerte
lo que jamás te han hecho, lo que nadie
sino yo puede hacerte,
porque yo estuve el dieciséis de enero
abrazado a otros ojos
y eran los tuyos los que merecía.
Los ojos que tenías
cuando solo eras tú,
larva a la espera de animosas alas,
ansiosa por cambiar los libros de aritmética
por la ciencia aplicada de la vida.
Fíjate,
es hoy el primer día,
parece que habrá tiempo para todo
y tus padres te ponen
alambres en la boca
y un profesor de inglés para el futuro.
Y yo me aproveché de tu inocencia.
Mejor que tú sabía
lo que inventan las piernas
cuando las bocas queman
y mueren de deseo como peces sin aire,
como aquel pez sin sombra que en los sueños
brilla como una llama,
arde como en los sueños arde el agua.
Mejor que tú sabía
las posibilidades de una alcoba,
las consecuencias de una noche en vela,
la maldición de una promesa en falso...
Y estoy mirando ahora
tu cabeza perfecta.
Al tocarla percibo
que el pez de la ilusión sigue brillando
y de puro brillar ya se consume,
dejando en la penumbra
los desperfectos de mi anatomía.
Tú también has crecido,
muchacha vieja,
y hoy te he citado para confesarte
que me vales así,
deteriorada y todo,
porque así te tomé, porque sabía
que tu esplendor de las primeras noches
iba cargado con tu podredumbre.
Y he de volver al baile
una noche más negra,
cogerte una vez más por la cintura,
ecuador de otro mundo,
mundo creado y brote de otro mundo,
descerrajado vientre del que salen
otros viejos más viejos que nosotros
y acuden a la luz como polillas.
A la luz engañosa que nos pide:
salid a respirar,
venid y respirad con otros seres,
que es vida lo que veis.
Vieja muchacha, ven, no tengo nada
que tú no tengas, salvo el modo extraño
con el que digo y hago este poema.
José Mª Micó (de La sangre de los fósiles. 2005)
Tras el naufragio de mis soledades,
cuando el tiempo nos da los malos días
y se acaba el alcohol en las ciudades,
lleno el vaso de roncas melodías
y escucho sin parar a aquel andoba
que algunas veces vive y otras veces
nos invita a deshoras a su alcoba
y apura el corazón hasta las heces;
que antes de hacerse al mar quema las naves,
que huele las espinas de las rosas
y se ilusiona con las ilusiones;
porque quiero una copia de esas llaves
que encierran las mentiras más hermosas
en la pura verdad de sus canciones.
José Mª Micó (de Verdades y milongas. 2002)
En poesía siempre es importante la realización oral del poema, su recitado. En este enlace podéis acceder al archivo audiovisual de poetas de la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña (ACEC). Este es el apartado dedicado a José Mª Micó y podéis encontrar una entrevista y al autor recitando quince de sus poemas. Como muestra aquí tenéis uno de ellos, Muchacha vieja, cuyo texto os he copiado al inicio:
lunes, 12 de octubre de 2020
Miguel Sánchez Robles
A VECES VEO BRILLAR LOS OJOS DE MI MADRE
Mamá, un instante en la sed fue tu existencia
y ahora huele mucho
a incendios que se comen el monte por la noche.
Me acuerdo, mamá,
del día en que viniste del mercado
con una bolsa llena de peces tranquilos.
Si estuvieras aquí, si vivieras, mamá,
me acostaría a tu lado
como se acuesta un perro para verte vivir
y me estaría así siempre:
como en los terremotos los móviles de los muertos
siguen sonando bajo las ruinas eternas.
II
Mamá, todas las cosas tristes vinieron tras tu muerte
y las locas palabras del dolor y la nada
vinieron tras tu muerte
y el sentido de mi vida suda ahora de miedo
en la oscuridad de las habitaciones vacías,
pero no siento lástima, yo ya no siento lástima
porque fui entrenado para correr hacia un cable de alta tensión,
para decirle al viento:
¡Venga, vamos a olvidar que la vida es muy triste!
¡Venga, vamos a rescatar cadáveres de pan en los aljibes!
¡Venga, vamos a imitar todos a esos jóvenes rubios
que se van a los parques por la noche
y vomitan debajo de los árboles
y le rompen el sueño a los gorriones,
a esos muchachos núbiles que están en todos partes
y no creen en la muerte, y no creen en la muerte!
III
saber besar el pan y a persignarme
con las manos enteras manchadas de merienda.
Te recuerdo, mamá, toser ceniza púrpura
y recuerdo también las semillas sin peso que vuelan en la luz
y cómo las mirábamos sentados en el porche
surcando por el aire de los bellos veranos de mi infancia.
Y recuerdo a una monja tejer sudarios grises
y en su rostro una leve sospecha ensimismada
de que la vida ocurre inútilmente.
IV
A veces veo brillar los ojos mi madre.
Mi madre tan enferma que se murió muy joven,
mi madre junto al mar, mi madre en los quirófanos,
tan frágil y sublime como un mirlo temblando entre la nieve,
mi madre y el perfume de los ángeles.
Así es como la vida se llena de tristeza.
Mi madre amortajada. Los ojos de mi madre.
Mi madre y esa manía que tienen las cosas de agarrar siempre polvo.
Mi madre y esa serenidad que hay en los ojos de las reses.
El dolor y el recuerdo son una misma llaga
que tiembla en mi garganta.
Si vieras, mamá, se curaría
toda esa sed de Dios que hay en las cosas.
Miguel Sánchez Robles
domingo, 27 de septiembre de 2020
Julia Uceda (actualizado VII-24)
(act 21-VII-24) Julia Uceda (Sevilla, 1925 - Ferrol, 2024) acaba de fallecer a los 98 años de edad. Fue una gran poeta con más de sesenta años de fructífera trayectoria, ganadora en 2004 del Premio Nacional de Poesía y en 2019 del Premio Lorca de Poesía Ciudad de Granada. Vamos a leer varios de sus poemas y la podremos escuchar recitando algunos.
Este poema es de su primer libro publicado en 1959:
LA EXTRAÑA
El siguiente poema que he escogido no pertenece a ninguno de sus poemarios y está recogido en "El viento hacia el mar" una antología publicada en 2002 por la que recibió en Premio Nacional de Poesía
DRIVING
Me pregunto si alguien, alguna vez,
podrá imaginarme, como yo no puedo,
formando parte de estos bosques, en los que no pienso,
de este mar, que a veces ignoro y del que huyo, a veces
-driving and driving and driving alone-: necesito
en otra lengua porque su sonido
pone el punto de soledad, de aislamiento, mejor,
a las tres partes: mujer en un coche, bosques, mar.
Siempre creo estar en otra escena
Y encuentro mi lugar en la que ya he perdido. Y eso significa
tal vez, que nunca estoy en parte alguna.
Pero alguien,
alguna vez, supongo con excesivo optimismo
sobre el valor posible de unos cuantos poemas, tendrá curiosidad
por saber cómo fui. Y pintara un atractivo cuadro si contempla
los hermosos paisajes que me acogieron
y que tan fielmente, aunque ya perdidos,
se pueden entrever en toda mi escritura.
Puede que el conjunto resulte hermoso.
Me gustaría verlo, pero será imposible.
De todos modos, quiero hacerle un favor al curioso futuro:
nada estará completo si se olvida
-driving and driving and driving alone-
de este verso extranjero.
Julia Uceda. En el viento hacia el mar. (2002)
RAÍCES
Si ya soy una vela estremecida
colmada por tu viento. Si has llegado
al último escalón. Si me has tomado
por la raíz más honda y más henchida.
Si yo soy ya tu colmo y tu medida
y estás dentro de mí, secreto, hallado.
Si ya sobre la frente me has soplado
para hacerme vivir, ciega y ardida,
antes de irte rompe mis raíces.
Quiero que las arranques, que las trices
al alba con tu mano firme y fuerte.
De no hincarse en tu tierra poderosa
no quiere mi raíz ninguna cosa
si no es andar y andar hacia la muerte.
Julia Uceda
Pero sigo pensando que la voz y la explicación del autor es muy importante para la recepción de su obra. En este caso, tenemos los vídeos que grabó la ACEC (Asociación Colegial de Escritores de Cataluña) en 2005, donde responde a una entrevista y recita y comenta once de sus poemas de sus distintos libros.
lunes, 14 de septiembre de 2020
¿Qué fue lo que me atrajo de Folégandros?
¿El recorrer la Jora que no tiene peldaños,
la de las siete plazas entre viejas capillas
donde cenas y compartes las copas
con las flores y estrellas?
¿O fue el Kastro, el castillo habitado,
el de la calle-patio y estrechos pasadizos
del tiempo detenido e historias de piratas,
que tiene por muralla la roca vertical?
¿O esa bahía a la que llaman
“la estación de los barcos”,
donde conviven veleros, ferrys y bañistas
frente a la casa blanca que está rozando el agua
y la luna que crece con su estela en el mar?
¿O el blanco monasterio que preside la Jora
en la colina, junto al acantilado,
con su largo camino de zigzags y escalones
desde donde contemplo como se oculta el sol?
¿O el resto de la isla cuajada de bancales
en la que ves azul a babor y a estribor,
y donde todavía encuentras “kalderimia”
con burros que transportan la vida en sus alforjas?
Supongo que sumé algo de cada cosa
en los lejanos tiempos de ser bisoño en islas,
de descubrirlo todo porque sabía muy poco.
Luego “Fole” se fue turistizando, yo repetí visitas
y comencé a sentirla de forma diferente,
aunque tengo por ella un enganche especial
que siempre la sitúa en mi póker de ases.
Este año es distinto, el miedo y la pandemia
han dejado a la isla con mucho menos público
y vuelve la visión de los tiempos pretéritos,
sin aglomeraciones ni en su calles ni playas.
Por una vez, quizá deba ser cierto
pero no, eso no es cierto, la prefiero normal
esta imagen antigua que nos muestra Folégandros.
Ricardo Fernández Esteban ©
Los Kastros son los castillos o zonas amuralladas que presiden las Joras y que han sido reconvertidos en viviendas.
El puerto de Folégandros σe denomina Karavostasis (Καραβοστάσης) que en griego significa "estación de barcos".
Se denomina kalderimia (καλδερίμια) α los antiguos caminos de herradura empedrados que recorren las islas.
La Panagía que preside la Jora |
La calle-patio del Kastro |
Karavostasis |
Una de las 7 plazas de la Jora |
Unas capillas en Galifos |
Aghios Nikolaos |
Vista general de la Jora |
lunes, 31 de agosto de 2020
Mi Blog "La palabra es mágica" cumple 10 años
MI BLOG CUMPLE 10 AÑOS
En este mes el blog celebra cumpleaños;
diez he dejado por la popa
y por proa nos quedan los que el viento,
que vosotros sopláis, vaya impulsando al barco.
Complejos son los mares, pues las redes
nos dan la subsistencia y a la vez
pueden trabar el rumbo del timón.
Se impone el valorar riesgos y beneficios:
impedir dependencias, pero no renunciar
a que los versos crucen el mundo en un segundo.
Sigo mi travesía y voy levando anclas
al ritmo que me impongo, algo más lento,
y una vez por quincena, como mínimo,
dejo una nueva entrega, sea propia o ajena.
Ya son casi quinientas singladuras
y he tenido la suerte de compartir la caña
con muchos que admiraba, mis maestros,
y otros que descubrí
navegando los mares que nunca había surcado.
Espero que esos bordos, traveses y empopadas
en buena compañía me contagien el ritmo
que tensa bien las velas de las palabras mágicas
y transmuta la prosa en poesía.
No todo han sido “flores y violines”,
hay pocos comentarios, es difícil
que las visitas participen
enriqueciendo el viaje con sus críticas;
son tiempos de otras redes en que mola lo fácil
y la respuesta rápida.
En cambio, conversar en la bitácora
requiere calma, reflexión y razonar respuestas.
Pero eso es lo que hay y nunca sabes
a quienes no interesas, por más que reiteres
que el undécimo dicta el nunca molestar.
Rozar las novecientas mil visitas,
aunque me enorgullece, tiene su lado oscuro,
el de quienes pensaron: ¡vaya plomo,
ya está otra vez mandando poesías!,
pero por no posicionarse se callaron.
Ante la disyuntiva, corro el riesgo:
no hay viaje sin borrasca, ni pesca sin escollos,
y no divisas Ítaca si no sales de casa;
que quien quiera bajarse de esta nave
puede hacerlo tranquilo y tan amigos.
Si habéis llegado aquí, al final de estos versos,
sois mis lectores fieles, mi soporte,
y a todos os abrazo en nombre de mi blog,
que busca seduciros con el lema:
"la palabra poética es el arte de magia
que logra transformar sonido en sentimiento".
Ricardo Fernández Esteban ©
Gracias a todos los que me habéis acompañado, porque esta viaje sin vosotros no habría tenido sentido.
Un fuerte abrazo