(Entrada actualizada en XII-2024) Algunos de los poemas de Navidad que me envía cada año Ángel de San Martín Tudela (Cartagena, 1940). Buen poeta, filólogo y amigo al que por desgracia no veo desde hace tiempo ya que ha vuelto a vivir a Cartagena.
NAVIDAD EN GAZA (2024)
Han firmado tu muerte
y allá vas, al otro matadero
a morir, sin más causa
que haber nacido un día
en tierra equivocada,
donde unos desnortados
dicen que todo es suyo,
que aquí estás estorbando.
Y no te echan tan solo,
te matan,
y lloramos tu suerte.
Y aquí nos consolamos
con las pobres palabas.
con las tristes apalabras
de una impotencia horrible.
Pero es la navidad
para el Muchacho
que ha de salvar al Mundo,
no solo del pecado,
de las faltas, los errores,
de la angustia infinita,
del dolor de la vida.
de tantos derroteros,
seguro, equivocados,
¿Nuestro error? no saber
defenderte del mal, de la codicia
de unos hombres malvados
que atesoran y buscan tan solo
el lucro y las monedas,
como si fueran cosas
que llevarse a la tumba,
o una patria, que nunca fue su patria.
Ángel San Martín Tudela (Diciembre de 2024)
|
La Virgen y el Niño. Botticelli |
NAVIDAD 2023
Y el Verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros.
Imposible,
incomprensible,
descabellado,
una locura,
una entelequia,
un sinsentido.
Un año más
celebramos que viniste -un imposible-
y otro año más recordamos
con luces y villancicos
el fausto acontecimiento.
¡Bienvenido a nuestro hogar!
¡Bienvenido, bienvenido!
¡No te vayas nunca más,
aunque sea un sinsentido!
Ángel San Martín Tudela. (Diciembre de 2023)
POEMA DE NAVIDAD 2022
Es otra navidad. Es la esperanza,
infundada esperanza del cambio necesario.
Es un ínfimo planeta que nos parece grande;
tan pequeños somos que todo nos parece grande,
y llega navidad.
Otra vez vuelve, llega con un Jesús indefenso.
Como todos nosotros, como algún pajarillo,
como el hijo, la hija o la nieta inocente.
Y volverá otra vez, un año y otro año,
para hacer nuevos planes,
para traer tal vez los sueños de la infancia que nunca se olvidaron:
Las manos de mi padre montando un gran belén con su río y su estrella.
Los sabrosos cordiales de mi madre y la misa del gallo, y villancicos.
Las canciones de la niñez perdida.
Entre este punto ínfimo y el universo que nos rodea está Dios.
Dios inconcreto, amoroso y eterno.
Buscarlo, un imposible si Él no toca tu mano,
pero Él va siempre con las manos abiertas,
por si yo, pasando por su lado, me decido a cogerlas.
Jesús se está ofreciendo
y nos invade un silencio imperturbable,
el silencio imposible que nos lleva hasta Él:
el gran silencio en lo infinito.
Y pregunto: ¿Estás ahí, Jesús? ¿Estás ahí?
Y rompo en llanto de tanta soledad.
¿Estás ahí? ¡Silencio! ¡Y solo silencio!
¡Únicamente silencio!
¿Estás ahí, Jesús? ¿Estás ahí?
Ángel San Martín Tudela. (Diciembre de 2022)
POEMA DE NAVIDAD 2020
Fue en el invierno. El frío fue muy duro
Y en este mundo todo era ya frío.
El frío. Sin amor. Por todas partes,
en todas partes frío.
Tenías tanto amor por entregar,
pero no hallaste nadie en tu camino.
Sembrarás tu verdad inconcebible
¡y solo hallarás frío!
El filo del lucero se hizo carne.
La noche, aquella noche, fue un suspiro:
nieve y frío, mucho, mucho frío.
¡Estabas aterido!
Te espera lo peor: el frío, la muerte.
Seguiste en el empeño, era de noche,
“no importa, es necesario –te decías–
solo serás un niño...”
Y llegó el día, nada luminoso.
Solo una duda: “Si es posible…”
Ya ciertos serafines entonaban
¡Gloria!, ¡Gloria! Y ciertos pastorcillos
se vieron sorprendidos.
Te esperará la muerte. Dios no escucha
tu plegaria y has de apurar el cáliz.
“No importa el frío. Mi amor hará cambiar
el frío en fuego y el dolor en gozo”.
¡Comience esta locura: fuego y frío!
Dos mil años después todo ha pasado,
todo, todo… y aún sigue haciendo frío
Ángel San Martín Tudela. (Diciembre de 2020)
NAVIDAD 2017
¡Qué conjunción en la noche
más agraciada del año:
un Astro sin precedentes
besa la Tierra! En lo alto
un coro de serafines
rompe el silencio estrellado:
“¡Gloria a Dios en las alturas!
¡Paz en la tierra a los santos!”
. . .
¡Se ha vuelto loca esa Niña!
¡Aún Virgen y es un Sagrario,
patena y cáliz a un tiempo!
¡Santo!, ¡Santo!, ¡Santo!, ¡Santo!
Si se enterase la esfera
Quién se alberga en el establo...
¡Qué locura entre las bestias!
¡Qué algarabía en lo alto!
¡Qué sinrazón de comedia!
¡La Gloria se ha vuelto barro
y ha traído la esperanza
donde sólo había llanto!
¡La demencia invade al mundo!
¡Es Dios que se ha enamorado!
. . .
Nadie sospecha. María
ya va tejiendo un sudario:
la Flor de la carne humana,
la Gloria de lo creado,
el Verbo hecho carne y sangre
juega a ser sacrificado.
Enaltecido, el dolor
se hace moneda de cambio.
. . .
La historia empezó en Belén
hace ya unos dos mil años.
Ángel San Martín Tudela. (Diciembre de 2017)
NANA DE NAVIDAD 2015
Su carita sonriente,
sus ojitos una fuente
de cristal
y su boquita encarnada
es una flor arrancada
de un rosal.
En sus ojitos con sueño
su Madre contempla el leño
destructor,
ve los clavos y el martillo
que atraviesan al chiquillo
de su amor.
Ve aquella frente tan pura
de espinas y de amargura
coronada,
ve el pecho caliente y tierno
por dura lanza de hierro
traspasada.
La Niña, que es toda bella,
que más que mujer estrella
parecía,
rompe a cantar dulcemente
borrándose de su frente
la agonía:
Duerme, Niño mío,
se ha callado el viento
para que Tú duermas
y no tengas miedo,
duerme que en mis brazos
te daré de besos
cuando estés dormido.
Duerme, Niño bueno.
El Niño ya se ha dormido
porque estaba muy rendido
de llorar.
La Virgen lo besa quedo
porque tiene mucho miedo
de que pueda despertar.
Ángel de San Martín Tudela
Ángel de San Martín, doctor en filología, maestro, novelista, ensayista y sobre todo una magnífica persona, no se prodiga públicamente en su labor poética y sólo los amigos tenemos la suerte de recibir algunos de sus poemas.
Este soneto nos lo envió hace unos años en Semana Santa.
GETSEMANÍ
¡Cuánta angustia, Señor! ¡Qué desconsuelo
en tu boca entreabierta! En tu frente
goterones de sangre y, obediente,
ruegas un "si es posible" desde el cielo.
Abrazado al olivo, corderuelo
manso al suplicio, mártir consecuente,
postrado y solo, víctima inocente,
desgarrada tu entraña por mi hielo.
El hielo que te di, Jesús, el hielo
que brota de mi alma tantos años,
tantas veces, Jesús, en mi locura.
Tú eres mi ideal y mi modelo.
Y, a pesar de mi vida, es el instante
de unirme –aun sin saber–, a tu amargura.
Ángel de San Martín Tudela
Hay muy pocos datos literarios de Ángel de San Martín en las
redes. Aquí tenéis información de algunos
de sus libros y aquí otros más. Recientemente acaba de publicar un nuevo libro de poemas, Apuntes de náufrago, y en ese enlace lo podréis conseguir.
|
A los 40 años |
|
En su doctorado |