MI BLOG CUMPLE 10 AÑOS
En este mes el blog celebra cumpleaños;
diez he dejado por la popa
y por proa nos quedan los que el viento,
que vosotros sopláis, vaya impulsando al barco.
Complejos son los mares, pues las redes
nos dan la subsistencia y a la vez
pueden trabar el rumbo del timón.
Se impone el valorar riesgos y beneficios:
impedir dependencias, pero no renunciar
a que los versos crucen el mundo en un segundo.
Sigo mi travesía y voy levando anclas
al ritmo que me impongo, algo más lento,
y una vez por quincena, como mínimo,
dejo una nueva entrega, sea propia o ajena.
Ya son casi quinientas singladuras
y he tenido la suerte de compartir la caña
con muchos que admiraba, mis maestros,
y otros que descubrí
navegando los mares que nunca había surcado.
Espero que esos bordos, traveses y empopadas
en buena compañía me contagien el ritmo
que tensa bien las velas de las palabras mágicas
y transmuta la prosa en poesía.
No todo han sido “flores y violines”,
hay pocos comentarios, es difícil
que las visitas participen
enriqueciendo el viaje con sus críticas;
son tiempos de otras redes en que mola lo fácil
y la respuesta rápida.
En cambio, conversar en la bitácora
requiere calma, reflexión y razonar respuestas.
Pero eso es lo que hay y nunca sabes
a quienes no interesas, por más que reiteres
que el undécimo dicta el nunca molestar.
Rozar las novecientas mil visitas,
aunque me enorgullece, tiene su lado oscuro,
el de quienes pensaron: ¡vaya plomo,
ya está otra vez mandando poesías!,
pero por no posicionarse se callaron.
Ante la disyuntiva, corro el riesgo:
no hay viaje sin borrasca, ni pesca sin escollos,
y no divisas Ítaca si no sales de casa;
que quien quiera bajarse de esta nave
puede hacerlo tranquilo y tan amigos.
Si habéis llegado aquí, al final de estos versos,
sois mis lectores fieles, mi soporte,
y a todos os abrazo en nombre de mi blog,
que busca seduciros con el lema:
"la palabra poética es el arte de magia
que logra transformar sonido en sentimiento".
Ricardo Fernández Esteban ©
Gracias a todos los que me habéis acompañado, porque esta viaje sin vosotros no habría tenido sentido.
Un fuerte abrazo